Las benditas redes sociales, en nuestro país causando revuelo y aunque a muchos no guste, algunos de los llamados influencers sí están siendo punta de lanza en lo que se refiere a reeducación, o reestructuración (como churriguerescamente llaman) de conductas, lamentablemente son pocos y cuando hay indicios de inminente cambio en algún sector poblacional, otros, los que se sienten “atacados” responden de la única forma que conocen, con odio y violencia, pero sin argumento sólido, al puro estilo del final de los años sesentas cuando se impuso la moda del zapping…
Para quien no tiene contexto les comento:
Conocidas como “zaps” o “zapping”, estas acciones estaban diseñadas para alterar el status quo y lograr apoyo sobre los derechos de la comunidad homosexual. Buscando principalmente a quienes estaban en contra del “naciente” grupo de orientación sexual diferente a lo establecido por la sociedad, irrumpían en los eventos y buscaban la forma de ridiculizar al orador parodiándolo teatralmente y exhibiendo lo que a su parecer la sociedad censuraba, los actos teatrales evolucionaron de utilizar disfraces, hasta llevar la violencia lanzando pasteles a la cara de personalidades importantes que defendían al modelo tradicional de familia, conformado por un hombre y una mujer.
Esos actos fueron precursores al levantamiento de 1969 en la ciudad de Nueva York, el cual marcaría el punto decisivo del activismo gay. El disturbio de Stonewall, que tuvo lugar hace más de cinco décadas, desencadenó una ola de activismo LGBTQ en la lucha contra la discriminación, hoy el llamado lobby gay ha logrado infiltrar espacios importantes tratando de imponer su pensamiento, por ende quien esté en contra de lo que ellos consideran “derecho ganado” se convierte en su enemigo, caso concreto, lo sucedido en Canal 22, aunque faltos de materia gris, no lograron su cometido real.
Sí, en este caso le tocó al “Temach”, Luis Castilleja, oriundo del estado de Aguascalientes, México, uno de los estados con un alto índice de madres solteras y adolescentes embarazadas, lo anterior viene a colación para entender en un más amplio sentido lo ocurrido en días pasados cuando el canal cultural de México, Canal 22, censurara de manera arbitraria, a un hombre que solo ha levantado la voz para gritar verdades, verdades dolorosas que obviamente no gusta escuchar a todos.
El nombre de Pavel Granados, director del canal resonó fuerte, pues ante la presión ejercida por grupos “feministas”, sic, radicales, —y lo entrecomillo por aquello de distorsionar el término feminista— tachando al creador de contenido de misógino, arbitrario, patriarcal y todas esas lindeces que repiten como loros amaestrados, lograron crear terror al interior de las oficinas., se mencionó que la primera reacción de Pavel Granados, fue el comunicado lanzado a toda prisa ese día 3 de abril, deslindándose de las opiniones de los conductores y el invitado, “El Temach”, buscando garantizar la libertad de expresión, por cierto, derecho consagrado en los artículos 6º y 7º de la Constitución; y en artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, más gravedad representa que la televisora perteneciente al Estado mexicano sea quien viole la norma.
Pero como pudimos percatarnos, horas después ese mismo 3 de abril, sin firma y sin dar la cara, Pavel metió las patas garrafalmente, pues, en un segundo comunicado dejo sin efecto y contradijo al primero, vaya asesores que tiene, o tenía, pues a estas alturas debió haberles exigido la renuncia ante tal descuido, pues con este actuar solo se oficializa un acto de censura desde la dirección de Canal 22.
Quienes nos dedicamos a los medios de comunicación y máxime si somos padres de familia de adolescentes, estamos atentos a los focos rojos en las benditas redes sociales, cuando “El Temach” despega, era más que obvio que debíamos voltear y analizar sin sesgo lo que grupos radicales comenzaban a querer censurar, de tal manera que incluso lograron con ataques masivos, le fueran “tirados” varias veces sus canales por denuncias sin fundamento real.
Lo sucedido en Canal 22, encabezado por miembros declarados de la comunidad LGBT, sumado a un frente de comunicación social, miope, débil e ignorante de las entretelas de la verdadera televisión, crearon ese caldo de cultivo, donde el único ganador a sido “El Temach”, no sólo porque abiertamente declaró: “¡A mi ya me habían pagado!... Sobre entendiéndose el: “háganle como quieran, enlátenlo o úsenlo”… La publicidad ha sido mayúscula, lo cual esperemos sea enseñanza con sangre para Pavel Granados, además surge otro cuestionamiento; ¿la opinión de su secretaria, una feminista radical tendría peso en esta determinación?
¿Es tan grave la postura del Temach?
¿Saben qué es lo más irónico de este lamentable asunto? Quisieron apagar fuego lanzando gasolina y muchos salieron rostizados, se olvidan que Canal 22 tiene una feminista llamada Kimberly, con espacio abiertamente dedicado a defender su causa, llamado Zona Violeta, que sería mejor cambiar a zona violenta, donde la agenda feminista es la dominante.
Curiosamente y para entender esa agenda extraña y selectiva, apenas una semana después de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Canal 22 le abrió espacio a un acosador, con denuncias… Carlos Markovich.
El programa de Álvaro Cueva, espectáculos, del día 15 de marzo, en pleno mes de la mujer, aun en las ciudades seguían limpiando los destrozos, de las marchas exigiendo justicia para las mujeres y Canal 22, sin pudor alguno le daba tremendo espacio a un tipo que incluso en plena entrevista llama mentirosa a su víctima y narra con desenfado lo sucedido…
Preguntas
Pavel Granados, ¿por qué permitiste un programa especial para un acosador denunciado como Carlos Markovich?
¿Por qué ejerciste censura contra Luis Castilleja, “El Temach”?
Al mencionado Temach, el único “delito” que le puedes adjudicar es levantar la voz, —literalmente— hablar, sacudir verbalmente las conciencias, y manifestar su inconformidad contra la desestructuración sistemática que promueven ciertas agendas contra los hombres.
¿Hay alguna otra explicación satisfactoria y fundamentada?
¿Quién da cargo tan importante y cobija a Pavel Granados en Canal 22?
¿Se olvidó el fraude de Pavel Granados siendo director en la Fonoteca, la vergüenza, el oso internacional al querer engañar con la pirata “Voz de Frida Kahlo”?
Bueno, de toda tragedia sale algo bueno, el público está volteando más a ver a Luis Castilleja, “El Temach”, y ha encontrado en él al hombre que busca rescatar a las figuras masculinas y femeninas, como pilares fundamentales de una sociedad, si las verdades que grita ofenden a más de uno, habría que buscar en el interior cual herida te está tocando.
Por cierto, y sin ofender a la comunidad gay, Temach representa el tipo de hombre que un alto porcentaje de homosexuales prefiere, pero el inconveniente es que este tipo de hombres no gustan de ellos, ¿vendrá de ahí el resentimiento, ojo, no estoy generalizando… Esto es apenas la punta del iceberg, hay muchas aristas y vendrán más metidas de patas.