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La presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo, presentó en la conferencia de prensa mañanera de hace unos días la estrategia nacional para el sector eléctrico del país que abre la puerta a la inversión privada con reglas claras y se fortalece el uso y ampliación de energías limpias, sin embargo, no queda claro en este plan que papel jugaran la electricidad producida por las plantas hidroeléctricas que producen un energético limpio y renovable.
La titular de la Secretaría de Energía, Luz Elena González dijo que la estrategia de la actual administración federal para el sector eléctrico del país se basa en el compromiso del rescate de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que ya se había emprendido en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador
El plan que se pondrá en marcha con la implementación de la reforma energética, la cual fue desarrollada por la mandataria del país, en el procedimiento de aplicación, tomará en cuenta tres ejes fundamentales para su correcta implementación, que son:
- Fortalecimiento de la planeación.
- Justicia energética.
- Sistema eléctrico robusto confiable y seguro.
El segundo piso del gobierno de la Cuarta Transformación contempla en esta administración federal una inversión de 23 mil 400 millones de dólares para la CFE, con lo que aumentaría 13 mil 900 mega watts en capacidad adicional con el objetivo de garantizar la energía eléctrica para todos los habitantes del territorio nacional, así como el desarrollo del país.
El plan contempla para este sexenio 12,300 millones de dólares que se invertirán en la generación adicional de 13 mil 024 mega watts, esto a través de la construcción de nuevas plantas de ciclo combinado a gas natural que es un energético de transición a energías limpias, además de la edificación de nuevas centrales eólicas y fotovoltaicas, sin embargo, no se encontró en el plan presupuesto para nuevos proyectos de plantas hidroeléctricas.
Para la infraestructura de refuerzo de la red para la interconexión de los proyectos de generación y para la atención de la demanda (transmisión) se contempla un presupuesto de 7,500 millones de dólares.
Por otro lado, se contempla una inversión para proyectos de distribución con nuevas subestaciones, transformadores y alimentadores por un monto de 3 mil 600 millones de dólares.
Al presentar la estrategia, la secretaria de energía, recordó que en el sexenio pasado se logró el rescate de Comisión Federal de Electricidad y se detuvo su privatización, al pasar de una generación de 38% en 2018 al 54% en 2004, incluyendo la adquisición de 13 plantas centrales de Iberdrola por casi 20 mil millones de dólares.
El plan del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum contempla que la CFE generará el 54% de la energía eléctrica nacional y el 46% restante estará a cargo de la inversión privada la cual contará con reglas claras y certeza jurídica de parte del Estado.
Luz Elena González refirió durante la conferencia de prensa que las modificaciones de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución “nos permiten fortalecer nuestra soberanía energética y revertir los cambios introducidos en 2013. Con esta reforma logramos recuperar la naturaleza pública de la CFE y devolverla de nuevo como la empresa del pueblo de México, de todos los mexicanos”.
La titular de energía abundo que con esta nueva estructura operativa que garantiza la prestación de este servicio tan esencial, la Comisión Federal de Electricidad se fortalece, mejorando su capacidad financiera, utilizando instrumentos innovadores en inversiones de proyectos e implementando una política de austeridad para disminuir gastos innecesarios.
Los inversionistas privados contaran con tres esquemas de participación para la generación de energía, el primero es a través de contratos de largo plazo que podrán ser licitados, el segundo es una nueva figura de “productores mixtos” que realizarían trabajos conjuntos con la CFE, con esquemas claros y transparentes y un tercero serían aquellos que quieran generar y usar el mercado para vender su energía de tal forma que no trasgreda la legislación en la materia, además tendrán que cumplir con los requerimientos de confiabilidad y respaldo, en caso se ser energías intermitentes, que establece el Plan Nacional de Energía.
Con el nuevo esquema las empresas de energía privadas podrían generar en el 2030 entre 6 mil y 9 mil mega watts adicionales.
“Esto prevé la generación necesaria para aprovechar y desarrollar los polos de desarrollo y aprovechar el nearshoring, pero estas inversiones deben de contribuir al desarrollo local con los principios de justicia, legalidad y apoyo a las comunidades propietarias de la tierra”.
La titular de energía comentó que junto con la Agencia Digital “vamos a implementar el establecimiento de una ventanilla única y una estrategia de simplificación administrativa. Queremos que las inversiones se realicen de manera correcta, pero también de manera ágil reduciendo los costos. Vamos a tener una coordinación muy intensa entre todos los organismos del sector para lograr tener un trámite expedito”.
Estás garantías que esta dando el segundo piso del gobierno de la Cuarta Transformación a los inversionistas privados son vitales para que las empresas de energía particulares puedan arriesgar su dinero en proyectos de generación de electricidad limpia y renovable y poder llevar a cabo la transición energética, y en la medida de lo posible frenar el cambio climático.
El proyecto energético de la actual administración federal contempla la generación suficiente de electricidad para el aprovechamiento para la relocalización de las cadenas de suministro (nearshoring) en nuestro país con centrales de generación de energía limpia a con precios competitivos.
Además, exige a la inversión privada para la generación de electricidad que está contribuya al desarrollo local y cumplir con los principios de justicia y legalidad de los dueños originales de las tierras y del agua en el territorio nacional
El proyecto eléctrico asegura que las tarifas de energía no se incrementaran por arriba de la inflación y seguirá dando subsidios para los habitantes de zonas que tienen altas temperaturas en el verano.
Finalmente, esta estrategia del segundo piso de la 4T abre la puerta con transparencia y certeza jurídica para que con inversionistas privados, se pueda alcanzar la soberanía energética y satisfacer la demanda de los usuarios de hogares en todo el país, además surtir con eficiencia la demanda eléctrica extraordinaria que representa el nearshoring.
Sin embargo, lo que llama la atención es que no haya ninguna mención a las plantas hidroeléctricas y a la gran inversión que se hizo en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador para que estas centrales aumentaran su generación de electricidad.
Hay que recordar que hoy por hoy las hidroeléctricas son las que más energía limpia y renovable generan en el país y son esenciales para la transición energética.
X: @esquivelancona_