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El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de la primera quincena de abril de este año reportó una variación respecto a la quincena inmediata anterior de 0.16%, mientras que a tasa anual se ubicó en 7.2%, la mayor desde la segunda quincena de enero de 2001 y por arriba de la cota superior del rango objetivo del Banco de México (entre 2% y 4%).
El repunte de la inflación ha generado preocupación en Gobierno de la Cuarta Transformación (4T), por lo cual está elaborando un plan con acuerdos con el sector privado para amortiguar la escalada de precios, sobre todo la que tiene que ver con la canasta básica, que es la que más afectan a las familias de menores ingresos.
La inflación no subyacente (que incluye los agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno) se ubicó en una tasa anual de 9.38%. Entre los productos de primera necesidad, que incrementaron sus precios se encuentra: el jitomate que subió 16.65% a tasa quincenal, el chile serrano que incrementó 15.16%, mientras aumento del pollo fue de 1.74% y la tortilla de maíz 1 .14%.
El encarecimiento de los precios ha sido mayor en regiones rurales. La canasta básica alimentaria pasó de tener un costo de 1,326 pesos mensuales a 1,518, un incremento de 14.5%, de acuerdo con las cifras del instituto encargado de medir la pobreza, el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social).
El pacto antiinflacionario que presentará en unas horas el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no se refiere a un control de precios como se hacía en los años setenta del siglo pasado, ni tampoco es pacto económico como el que hizo el presidente Miguel de la Madrid de diciembre de 1987; el plan de la actual administración es un acuerdo con las grandes empresas monopólicas de alimentos y bebidas para que estas bajen sus márgenes de ganancia de los productos, sobre todo de la canasta básica que se venden al consumidor final, en un porcentaje que va de 5% a 20%.
Los grandes corporativos privados con los que se está negociando el Gobierno de la 4T son: Bimbo, Gruma, Maseca, Sigma, Bachoco, Pepsico y Femsa, mientras que las cadenas de supermercados son Walmart, Soriana, Chedraui, Comercial Mexicana, HEB y la cadena de tiendas Oxxo.
El acuerdo antiinflacionario contempla que 26 productos de la canasta básica de los 48 que la conforman y que estos se puedan adquirir a un precio más accesible en toda la República Mexicana.
Las causas de que haya aumentado los precios de los productos en México se deben al alza de los costos de los energéticos, fertilizantes, granos básicos a nivel internacional por la guerra en Ucrania, el aumento de casos de Covid-19 en China que han obligado al gobierno de ese país a cerrar las fábricas afectando las cadenas de producción en el mundo, la sequía en varias zonas del país que afecta la producción agrícola y ganadera aunado a un aumento del más del 100% de la inflación objetivo de los Estados Unidos, que es el principal socio comercial de México y de donde se importan muchos productos que se consumen en el país azteca.
Otros factores que influye en el alza de los precios en México, es que el mercado está dominado por grandes empresas monopólicas, sobre todo en el sector de alimentos y bebidas, además de distorsiones en la cadena de distribución que afectan al consumidor y una baja productividad.
El plan antiinflacionario de la actual administración federal también contempla una mayor inversión para aumentar la producción de productos agrícolas y ganaderos, así como garantizar precios de garantía y mejorar la cadena de distribución.
La inflación, significa en estricto sentido el impuesto más regresivo que puede resentir la población, sobre todo la que padece una mayor carencia de ingresos, por lo que el Gobierno de la Cuarta Transformación no debe escatimar esfuerzos para parar el incremento de los precios de la canasta básica.
El Banco de México también debe apoyar el esfuerzo que está haciendo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y tener una política monetaria que ayude a bajar la inflación y a la vez apoyar al sector productivo con mejores tasas para créditos.