El pasado 26 de junio Matt Hancock, Secretario de Sanidad del gobierno británico, presentó su renuncia al primer ministro Boris Johnson, tras haber sido captado rompiendo las reglas sanitarias impuestas por él mismo. El caso fue motivo de tabloides y de severas críticas tanto dentro del partido gobernante como desde la oposición.
La renuncia de Hancock pone de manifiesto la importancia del ejemplo que debe ser brindado por los funcionarios públicos a la ciudadanía. En el otro extremo, tenemos aquí en México a un Hugo López-Gatell quien, a pesar de sus numerosos errores en el manejo de la pandemia (atribuibles al subsecretario o no) continúa imperturbable en su cargo.
Y ¡ojo! Hancock sirvió como titular del ramo, mientras en nuestro país, el secretario Jorge Alcocer apenas figura en los medios nacionales.
En adición a sus pifias, López-Gatell fue captado paseando por las calles de la Ciudad de México tras haber sido diagnosticado con covid-19, en un claro rompimiento de las más elementales medidas sanitarias. Meses antes, también, había sido visto en una playa de Oaxaca, en uno de los momentos más críticos de la pandemia.
En entrevista con Chamuco TV
Ayer, nuevamente, López-Gatell volvió a dar de qué hablar. En una entrevista concedida a Chamuco TV del Canal 22, el subsecretario declaró que la narrativa mediática en torno a la escasez de medicamentos para niños con cáncer forma parte de una estrategia golpista de la derecha internacional para derrocar a los gobiernos de izquierda.
Mientras esto ocurre, organizaciones civiles dedicadas a la atención a niños con cáncer han convocado a un paro nacional el próximo 30 de junio en protesta contra el gobierno federal por el desabasto de medicamentos. Según ha trascendido, las manifestaciones en la Ciudad de México tendrán lugar en el aeropuerto internacional de la capital, mientras que en Guadalajara marcharán del Paraninfo de la máxima casa de estudios del estado hacia la glorieta Minerva.
¡Cuán desafortunado ha sido el comentario de Hugo López-Gatell!
El funcionario responsable de dirigir la estrategia contra la pandemia, en medio de un nuevo rebrote de contagios, se atreve a inmiscuirse vulgarmente en política saliendo a la defensa del presidente AMLO.
¿Dónde ha quedado su papel de científico?
Justamente esto ha sido por lo que le ha hecho merecedor de críticas por parte de la prensa y de la oposición. El subsecretario, derivado de sus reiterados desaciertos, y ante la pérdida de credibilidad sufrida como consecuencia de los estragos provocados por la pandemia, debió haber sido cesado de su cargo hace meses. Sin embargo, allí sigue, con sus declaraciones polémicas en defensa de la fracasada – y autoproclamada- cuarta transformación.