Pocas organizaciones han tenido tanto poder y tan poco control como la CNTE. Durante los últimos siete años de gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación, la Coordinadora ha sido no solo tolerada, sino fortalecida, a pesar del profundo daño que ha dejado en el sistema educativo. Con miles de escuelas cerradas en Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Zacatecas, generaciones de estudiantes han sido sacrificadas en nombre de una supuesta lucha magisterial. ¿Hasta cuándo el Estado seguirá entregando la educación a quienes la usan como moneda de cambio política?

Si bien la educación es considerada el motor del desarrollo y el progreso de una nación, los países que carecen de ella tienen menos posibilidades para desarrollarse y generar las condiciones para tener una sociedad más justa e igualitaria. No es sorpresa que México, según las mediciones de la OCDE, de la Prueba Pisa, se encuentre entre los países de menor desarrollo educativo.

Aurelio Nuño en un artículo publicado en Reforma, con mucha razón escribió, “mientras gobierno, partido y líderes sindicales negocian lealtades y traiciones, la educación se desmorona. La salida es clara: romper con el ciclo de dominación”.

¿Qué esconde la CNTE y quién los mueve?

Los líderes políticos que le dieron origen en la década de los 70’s, después del movimiento estudiantil de 1968, instrumentaron la corriente maoísta de la línea de masas, con la que simpatizaban los hermanos Raúl y Carlos Salinas de Gortari, Manuel Camacho Solís, Emilio Lozoya Tlaman, padre del exdirector de Pemex investigado por los fraudes; Hugo Andrés Araujo y el dueño del PT, Alberto Anaya, que hicieron el trabajo en los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas para luego extenderse a Durango, Monterrey, Torreón y Monclova, entre otras poblaciones.

La CNTE siempre ha tenido operadores sin principios que actúan como porros y mercenarios: en Oaxaca, el porro y ex gobernador, José Murat Casab; en CDMX, el profesor, ex secretario particular de AMLO y ‘señor de las ligas’, René Bejarano, y en Guerrero, Félix Salgado Macedonio. Todos, además de impresentables, tienen un común denominador, son muy cercanos a Andrés Manuel.

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En 2002 el diario La Crónica publicó una denuncia del SNTE donde se decía que Murat financiaba el movimiento magisterial de esa entidad. El también ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz llegó a declarar que Murat entregaba 400 millones de pesos anuales a los dirigentes de los grupos y organizaciones de la APPO. Con Peña, Murat se vendió como quien podía controlar a la CNTE para trabajar de la mano del subsecretario de gobernación Luis Miranda, ambos, Murat y Miranda, acabaron en las filas del obradorismo.

Durante décadas hubo un solo momento en que se rompió su ciclo de dominación, con la reforma educativa de Peña Nieto que implementó el secretario de educación, Aurelio Nuño, al fin se logró enfrentar a la Coordinadora, sacándola literalmente de las calles.

Regresaron y con más fuerza

Pero, a su llegada, AMLO les cumplió todo tipo de demandas enfocadas, principalmente, en regresarle a la organización el control de las movilizaciones, paros y bloqueos, sin importarles un comino el daño a la educación de niños y jóvenes.

Con el beneplácito del presidente echaron abajo una reforma educativa que estaba enfocada en la educación y no en el control político.

AMLO y la CNTE destruyeron el sistema de escuelas de tiempo completo, el servicio magisterial de carrera, las guarderías y, lo peor, la CNTE volvió a tener el control.

Por si fuera poco el daño al final de su administración AMLO firmó una carta a la CNTE prometiéndoles el cumplimiento de una serie de demandas irracionales y la presidenta electa se comprometió a cumplirlo. No lo han hecho y las consecuencias están a la vista de todos.

La coyuntura

Se sabe que entre quienes pueden salir muy afectados, por aquello de las purgas, está el actual secretario de educación Mario Delgado, quien se encuentra siendo investigado por temas del huachicol fiscal.

La movilización de la CNTE no tiene nada que ver con la mejora de las condiciones laborales de los docentes, no tiene nada que ver con mejorar la educación, sólo tiene que ver con intereses mezquinos de los titiriteros que mueven a esta agrupación apéndice de Morena.

¿será fuego “amigo” contra la presidenta?

X: @diaz_manuel