Muchos han tratado de darle vuelta al asunto y sacar sus propias conclusiones de un exfuncionario público de Tabasco que está prófugo de la justicia. Algunos personajes de la oposición quieren, a como dé lugar, culpar al coordinador de los senadores de Morena en el Senado de la República por una responsabilidad que, en definitiva, no le correspondía a él. Muchos dirán, en medio de este clima, que Adán Augusto, en parte, es responsable porque él, en su momento, lo nombró titular de una dependencia. Eso, por supuesto, no es culpa de López Hernández por razones evidentes de que existía plena confianza. Además de ello, no se puede ver a simple vista las actividades que se realizan en absoluta secrecía o, de plano, bajo las sombras que a veces son impenetrables. Siendo así, el deber, que fue delegado, tiene que ser responsabilidad de quien carga esa misión, sobre todo cuando es tentado por otros intereses ajenos a los institucionales.

Lo que podemos percibir, a grandes rasgos, es una guerra sucia orquestada por la oposición. Quienes conspiran, tras bambalinas, saben que, por lo que representa Adán Augusto, golpea al ejercicio de transformación. Esa idea se ha formado entre las voces más visibles del PRIAN. Piden explicaciones y, de paso, realizan un linchamiento verbal sin saber el meollo del asunto. Es simple: como en todo proceso o actividad que esté bajo la lupa del escrutinio público, quien tenga algo que aclarar será específicamente bajo la tutela de quien encabeza la dependencia. Seguramente el coordinador de los senadores saldrá a fijar su postura, pero, en principio, él no puede responder por los actos de los demás. Eso sería una práctica poco institucional. De hecho, muy a menudo sucede este tipo de coyunturas, sobre todo cuando se trata de un personaje del nivel de Adán.

Es verdad, hay una agitada y ruidosa campaña que se ha propagado a las redes sociales que, en complicidad con algunos medios de comunicación, tratan de aprovechar al máximo la coyuntura para golpear mediáticamente al coordinador de los senadores de Morena. La andanada, de hecho, ha alcanzado una tribuna importante que, para nada, impacta en el proceso de transformación. Lo digo de esa forma porque, la ferocidad con la que arremete la oposición, ha llegado hasta la mañanera. Con la sobriedad que caracteriza a la presidenta constitucional, y bajo la premisa del trabajo de López Hernández, las voces de apoyo han brotado en medio de este clima sofocante que se engendra desde el conservadurismo.

Recordemos que, como tal, es ascenso de Adán Augusto se da en medio de la gestión de Andrés Manuel López Obrador. Él, que confió ciegamente en el ahora coordinador, atinó a la perfección, pues, de manera rápida, el líder de los senadores de Morena demostró su capacidad y el poder político. Se convirtió, además del encargado de la política interna del país, en una pieza clave para operar tareas legislativas que, en aquel entonces, vivían un grado de polarización, producto de la sucesión presidencial adelantada. Y Adán, que vivió muy de cerca todo ese giro inesperado, por su labor, se ganó merecidamente el título de corcholata que, a su vez, lo puso a un paso de lograr trepar al escalón más alto. En ese entonces, recuerdo, sumó a una cantidad importante de gobernadores que lo impulsaron en las entidades federativas. Si hay algo que lo caracterizó, es que supo tejer fino cuando tuvo en sus manos la Secretaría de Gobernación, especialmente por la eficiencia que se hizo muy notoria.

Por eso Adán, en ese vaivén de hostilidad de la derecha, se ha convertido en un blanco. En medio de esas ocurrencias de la oposición, queda claro, no hay nada que pueda mermar el trabajo eficaz del coordinador de los senadores de Morena. Hace unos días, de hecho, todos los legisladores, en una carta abierta, mostraron su respaldo y, por ende, su continuidad en las tareas del líder. De ese modo, por supuesto, arrancará el nuevo periodo de actividades que, por cierto, tiene previstos temas sustanciales que ha puesto sobre la mesa la presidenta constitucional de México. Lo que está muy claro, dadas las circunstancias, es que Adán, nos cuentan, se está ocupando de la organización detallada del arranque de estas actividades. En eso, de plano, está prestando toda la atención el líder de la cámara alta. Lo demás, que aludimos como una andanada, es obra de la oposición que no ha podido encontrar la brújula ante el desencanto que vive.

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Notas finales

El propósito de la Cuarta Transformación, además de aterrizar progreso social, es mantener esa esencia humanista con la sociedad y los sectores más vulnerables. Para ello, queda claro, los gobiernos tienen que tener, en principio, una inmensa sensibilidad que es necesaria para caminar por esa dirección del cambio. Eso es lo que ha estado haciendo la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado. De hecho, eso se manifestó en una encuesta de enorme reconocimiento nacional que circuló por las plataformas de redes sociales. Rápidamente se propagó y, en medio de ese detallado registro, hay datos muy relevantes que es importante resaltar. Guerrero, que encabeza la lista de las entidades con mayor eficiencia en sus políticas públicas, escaló posiciones. En efecto, Evelyn es, hoy por hoy, la mandataria mejor evaluada del país con 57.7%. Se nota que es tiempo de mujeres y, por ende, que existe liderazgo femenino que pone muy en alto el quehacer institucional de una administración.