Desde hace unos días, los medios llamados chayoteros y los voceros de la derecha mexicana, han hecho un verdadero escándalo por lo que se acaba de descubrir en Jalisco. Resulta que, en ese estado, han aparecido fosas clandestinas donde, posiblemente, fueron sacrificados decenas o cientos de mexicanos, dicen otros, quienes, al parecer, habían sido reclutados por el crimen organizado.

A pesar de que no fue el actual gobierno mexicano quien cometió estos crímenes horrendos, los voceros de la derecha machacan su idea de que las fosas descubiertas son producto de la supuesta mancuerna entre la 4T y el crimen organizado. Todos insisten en que la temporalidad de la violencia tiene que ver con el tiempo que la 4T lleva gobernando. Lo de atrás, no importa, dicen. Otros han ido más lejos y, en ese afán de señalar, han calificado el hallazgo como los ‘hornos del bienestar’. Siempre ha sido evidente que los de la derecha se han empeñado en querer vincular al actual gobierno con el crimen organizado, como si el actuar de las bandas criminales fuese exclusivo de este o del anterior sexenio. Por supuesto que no son verdad sus afirmaciones, pero la derecha pretende hacer creer que el problema terrible del narcotráfico es algo reciente y, peor todavía: que controla al actual gobierno. Su empecinamiento de la derecha, al intentar vincular a la 4T con el crimen organizado, es un acto vil y de mala catadura.

En un programa reciente de supuesto análisis político conducido Adela Micha, estuvieron como invitados el camorrero Germán Martínez y Roberto Gil. Ambos declarados admiradores de la derecha. Con gestos estudiados para intentar conmover y, con intentos similares a mimos profesionales, buscaron poner un rostro descompuesto por esa tragedia de Jalisco. Los presentes en esa mesa, no desperdiciaron la oportunidad para señalar con dedo flamígero al actual gobierno. Casi aseguraron que fue el régimen de Andrés Manuel y de la Dra. Claudia, quienes estuvieron detrás de esos crímenes abominables. Con el rostro que parecía sombrío, ambos personajes, junto con su entrevistadora, dijeron sentir rabia por los restos de seres humanos, miles dicen, hallados en un rancho o predio en Jalisco. Por conceptos y epítetos no pararon: pudridero social, colapso moral (refiriéndose al actual gobierno), fallo estructural del Estado mexicano, esta sociedad debería de estar paralizada por el horror; eso y más, vertieron en su sesudo análisis de lo sucedido en Jalisco.

Veamos. Por lo de los crímenes que se cometieron en Jalisco y por los que se siguen cometiendo en otros lados de la república, todos debemos de indignarnos y todos debemos de solidarizarnos con los familiares de las víctimas. También todos, con firmeza, debemos de exigirle al actual Estado mexicano que frene este tipo de masacres que han enlutado y que siguen enlutando a miles de hogares. Justo es hacerlo.

Pero lo condenable es la actitud miserable de personajes como los mencionados en esa mesa de análisis. Pues les guste o no a ellos, tenemos un gobierno legalmente constituido y es deber de todos los mexicanos, exigir sí, pero también solidarizarnos con los esfuerzos que este mismo Estado está haciendo para combatir a ese cáncer que es el crimen organizado. Negarle apoyo al Estado, tal y como lo hacen ellos o, peor todavía, señalarlo de cómplice sin aportar pruebas más que su dicho, es una actitud miserable que busca lucrar con la tragedia de las familias mexicanas que perdieron a sus familiares.

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Veamos la perversidad desde otro ángulo. Sus sicarios de la derecha, porque es verdad que lo son, aterrorizan a la sociedad mediante el asesinato intencional de la población y, luego sus voceros, como esos que estuvieron con Adela Micha, son los encargados de contar a las víctimas para, prontamente, publicitar que los muertos de ahora son muchos más que los muertos de antes. ¡Cómo si los muertos de antes no dolieran también o como si los asesinatos de ahora no hubiesen sido cometidos por los mismos grupos criminales que ya existían desde cuando ellos fueron gobierno!

Personajes como Germán Martínez y Roberto Gil, quienes han estado muy cerca del poder, saben muy bien de los cabos ocultos que existen detrás del narcotráfico y su violento actuar. (Años me llevó investigar temas como estos y que he publicado en un libro: El Neoliberalismo, el Control Social y la Educación)

Saben ellos, pero no lo dicen, que el crimen organizado existe y está ahí sostenido por grupos poderosos de dentro y de fuera de México. Saben ellos que las élites buscan aterrorizar a la población para poder controlarla, saquear sus recursos y para que, de esa forma, esas fuerzas externas tengan siempre un motivo para intervenir en asuntos internos de una nación como México. Verbigracia la actitud del presidente norteamericano quien, usando el pretexto de combatir a las organizaciones criminales mexicanas, ha propuesto que sus fuerzas se internen en México, supuestamente, para combatir a esas organizaciones. Por eso las ha tachado de terroristas, para poder intervenir en los asuntos internos de nuestra nación. Ah, pero si la presidenta mexicana se enfrenta al impero en defensa de la soberanía nacional y rechaza el injerecismo, la derecha reacciona y publicita que la presidenta se opone a Trump porque defiende al narcotráfico; porque ella es socia de los criminales, aducen. Que acción por demás perversa la de la derecha. ¡Eso es lo condenable!

Por eso sostengo que su declaración de Trump es el ejemplo más visible del uso que, fuerzas externas, hacen de las organizaciones criminales y de sus voceros. Ellos, los grupos poderosos, mantienen y protegen a las organizaciones criminales y después ellos mismos proponen la supuesta solución. Ver a Noam Chomsky y las 10 estrategias de manipulación. (Crear problemas y después ofrecer la solución)

Cómo negar que las bandas del crimen organizado, desde siempre, han estado mantenidas y protegidas por grupos poderosos. Siempre ha sido así. Lamentablemente el pueblo pobre es quien paga los platos rotos de esta actitud criminal del poder. La derecha mexicana, lacayos de ese poder, simulan defender al pueblo, pero en realidad lo que hacen es defender al imperio y sus crímenes; también, cuando el pueblo intenta organizarse para sacudirse el yugo, combaten a ese pueblo con fiereza.

Por ejemplo, la revista Proceso, número 1929, del 20 de octubre de 2013, hizo público el mecanismo perverso que la CIA usó para proteger al cártel de Guadalajara en el siglo pasado. Solo es un ejemplo.

Además, los actuales voceros de la derecha, hacen como que ignoran los crímenes del Estado represor de la época priista. Cómo ignorar que el Estado de antes, que ahora defienden esos voceros, se involucró directamente en atacar al pueblo y combatió sus ansias de democracia y de justicia de esa sociedad pobre. Van unos ejemplos. Acteal, Municipio de Chenalhó, Chiapas, 22 de diciembre del 1997, 45 indígenas, donde había mujeres y niños, fueron masacrados por grupos vinculados al Estado. Aguas Blancas, 28 de junio de 1995, Coyuca de Benítez, estado de Guerrero, 17 hombres que pertenecían a la Organización Campesina de la Sierra del Sur fueron asesinados por policías del Estado. 1982, en Rancho Nuevo, Municipio de Pantepec, Puebla, 39 campesinos fueron asesinados por paramilitares protegidos por el poder. O La guerra sucia en contra de la guerrilla en el estado de Guerrero que desembocó en los vuelos de la muerte. Cientos de mexicanos fueron arrojados vivos al mar; y las masacres del 68 y… Así podemos seguir mencionando decenas de más sucesos en donde cientos de mexicanos perdieron la vida. ¿Todos esos muertos de la historia patria no merecen que se les siga recordando con dolor? Sus familiares de esos desaparecidos siguen vivos pero la derecha dice que solo deben de doler los muertos de ahora, los del pasado, esos no merecen ni ser recordados.

El verdadero responsable de los crímenes contra la gente humilde, antes y ahora, son esas fuerzas invisibles que buscan el control de la población y el saqueo de los recursos naturales y la derecha mexicana es su mas fiel perro faldero. Su indignación de los voceros no es por la sangre derramada del pueblo en Jalisco y de todo México, sino porque no han logrado tumbar al movimiento llamado 4T. El terror de antes, mismo que sirvió a sus intereses de esa derecha, no debe de ser recordado según ellos. Solo a los cínicos y perversos no les importa que los partidos políticos que ahora los cobijan, su historia de estas organizaciones, esté manchada con sangre de miles de mexicanos.

Mtro. Juan Durán Martínez.

Docente de escuela pública, Puebla, Puebla.

Correo: escribidoretica@gmail.com