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En la Cumbre de Líderes de América del Norte, celebrada hace unos días en la Ciudad de México, los mandatarios de los tres países de la región, llegaron a varios compromisos en lo referente a la materia económica, laboral, energética, cambio climático entre otros, llamando la atención el convenió signado para el aumento de la productividad de la región en donde las tres naciones se comprometieron a “utilizar al máximo el potencial de las cadenas de suministro de minerales críticos y semiconductores a través de la adaptación de las políticas gubernamentales para aumentar la inversión, el mapeo de recursos minerales críticos y desarrollo de capacidades”.
Preocupa que se comparta información de la riqueza mineral de la región donde México, puede enfrentar problemas, ya que tiene un retraso tecnológico y científico frente a los otros dos países, lo que podría acarrearle que se aprovechen de sus recursos minerales como es el litio.
El mineral es esencial para asegurar la autonomía energética y el tránsito a energías limpias, ya que las baterías construidas con este metal contienen ocho veces más energía que las de cadmio y níquel, además almacenan su energía durante 10 años sin perdida notoria, por lo que este material es esencial para la producción de teléfonos celulares, equipo de cómputo, automóviles híbridos y eléctricos, plantas eólicas, entre otros.
Brian Nichols, subsecretario para el hemisferio occidental del Departamento de los Estados Unidos, ofreció a México asociarse para extraer litio a menor costo, con una mejor tecnología y partir del mapeo como ya lo hacen con Canadá.
El ofrecimiento del funcionario norteamericano de abaratar la extracción del preciado metal es extraña, porque México todavía no produce litio comercialmente y son empresas extranjeras las que están en la etapa de exploración de minas en Zacatecas y Sonora, por lo que no podemos hablar de menores costos de producción.
El Gobierno de México acordó el pasado mes de abril establecer que el Servicio Geológico Mexicano ayudará a localizar zonas en las que existan probables reservas de litio y que el aprovechamiento de este producto sea administrado y comercializado exclusivamente por una dependencia descentralizada. Esta empresa del Estado es la responsable de conseguir y desarrollar tecnología para una mejor explotación y uso de este metal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en la conferencia mañanera de este lunes 16 de enero que el próximo mes de febrero se entregara en Bacanora, Sonora las primeras concesiones para la extracción de litio a la empresa estatal Litio para México (LitioMx), el jefe del ejecutivo afirmó que ya se está en pláticas con las compañías extranjeras, la británica Bacanora Lithium y su socio el corporativo chino Ganfeng Lithium que ya les habían adjudicado concesiones para la explotación y comercialización de los yacimientos que se encuentran en el estado norteño.
El discurso nacionalista del jefe del ejecutivo mexicano sobre el litio choca con los compromisos signados en la Cumbre de Líderes de América del Norte que propone el mapeo en el territorio nacional de las riquezas mineras y que empresas privadas de los Estados Unidos y Canadá pueden aprovecharse del negocio.
Sería bueno recordar lo acontecido en México en el siglo XIX con las investigaciones del científico alemán Alexander Von Humboldt, sobre el territorio de México y que fue plasmado en su libro: “Ensayo político sobre el reino de la Nueva España” el cual era una especie de mapeo, y este fue analizado por el embajador de Estados Unidos Joel Roberts Poinsett lo que le dio los conocimientos suficientes de la riqueza de México de flora, fauna y minas que levantó la ambición del diplomático y su gobierno y así preparar la invasión militar de su vecino del sur lo que ocasionó que México perdiera la mitad de su territorio.
La investigación de Humboldt en tierras mexicanas atrajo a viajeros europeos y norteamericanos después de la independencia atraídos por el promisorio panorama de inversiones y explotaciones de recursos naturales y mineros.
El Gobierno de la Cuarta Transformación tiene que tener cuidado en abrir su riqueza minera a potencias extranjeras.