Es evidente que ni el PAN ni el PRI representan una oposición frente a Morena. No lo son, no se oponen a nada, las reformas a las leyes, decretos y demás decisiones, por arbitrarias que sean, pasan sin problema o sin que se les cambie ni una coma

El gobierno federal y los estatales, 28 de 32 entidades son gobernadas por Morena y sus aliados, tienen mayoría en los congresos locales y una aplanadora absoluta en el Congreso de la Unión, en pocas palabras lo tienen todo.

No tienen oposición, hacen y deshacen a su antojo y este país, que debiera estar a la altura de los más desarrollados, o en camino de serlo, con democracia, igualdad social, servicios, desarrollo, energía, industria y una economía estable, está años luz de tener tan siquiera un sistema de salud digno, y vaya, de Dinamarca, mejor ni hablamos.

Lo cierto es que vivimos una severa crisis en prácticamente todos los ámbitos que nos coloca al umbral de un Estado fallido.

Pero el problema no está afuera, está en Morena, en el gabinete, los gobernadores, los legisladores y en sus aliados, el PVEM, PT y MC.

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Todo porque AMLO, en su búsqueda de poder, construyó un movimiento con mercenarios de la política, lo más podrido de la clase política, corruptos, lideres ligados al crimen organizado y políticos desechados de sus partidos cuando la democracia caminaba.

Las bases de Morena

Estos son al menos tres grupos de personajes que hoy nos gobiernan: mercenarios surgidos del porrismo y el agandalle, como Martí Batres porro de la UNAM; el señor de la ligas, René Bejarano porro y activista del CNTE, que se ganó el mote cuando organizó la colecta de dinero sucio para la campaña de AMLO junto a otros, como el ex esposo de Claudia Sheinbaum y ex delegado de Tlalpan, Carlos Imaz, Jesús Ramírez que ni siquiera la base de guerrilla lo aceptaba; Gerardo Fernández Noroña, sin principios, contestatario para ganar relevancia y listo para servir a quien le pague para tirarse al suelo o Clara Brugada, que se apoderó del movimiento de Juanito, el que fue traicionado por AMLO en Iztapalapa.

Un segundo bloque: mercenarios oportunistas que encontraron la luz en el movimiento obradorista. Expriistas y panistas amparados y redimidos en Morena y sus aliados. La lista es muy grande, mencionaré sólo algunos, Manuel Bartlett, Ignacio Ovalle, Ignacio Mier, Ricardo Monreal, Alfonso Durazo, Américo Villarreal, Rubén Rocha, Layda Sansores. Impresentables como Félix Salgado Macedonio, compadre de AMLO, Ricardo Gallardo Cardona, gobernador de San Luis Potosí quien incluso estuvo en la cárcel; el ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, un chapulín de la política que ha pasado de un partido a otro.

Luego viene un tercer bloque de mercenarios de la política, los del PVEM, compuesto principalmente por el grupo de Chiapas y el del Estado de México, donde gobierna la sateluca Mara Lezama, un partido que nada aporta más que votos, en el Congreso de la Unión son el fiel de la balanza con sus más de 70 diputados.

El otro aliado obradorista o de la 4T, es el PT, una franquicia creada por Salinas de Gortari, cuyo dueño, fundador y presidente desde 1990, es el impresentable Alberto Anaya, amigo de la infancia de Carlos y Raúl.

En su afán de poder AMLO se perdió

No tuvo empacho en buscar el apoyo del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, de retratarse con la mamá del Chapo o hablar por teléfono, según la periodista Anabel Hernández, con Édgar Valdez Villareal ‘La Barbie’., defender a los narcotraficantes de las garras de la justicia estadounidense.

Un reportaje Carlos Loret reveló declaraciones de Celso Ortega, presunto líder de Los Ardillos, un grupo criminal generador de violencia en Guerrero y fuertemente ligado a Félix Salgado, donde señala que para la campaña de 2006 López Obrador presuntamente recibió dinero de Los Zetas, específicamente de Omar Treviño Morales.

Lo mismo hizo con las iglesias, se sirvió del apoyo de la iglesia cristiana, coqueteó por con la Luz del Mundo, de Naasón Joaquín García y, aunque no mostraba mayor respeto por la Iglesia católica, se montó en el discurso del Papa Francisco.

Reclutó, buscó, aceptó, ofreció y ahora todos los grupos de mercenarios están cobrando facturas, no hay plan de gobierno que resista todos los compromisos, no existen políticas públicas efectivas, donde priva la ley del más fuerte.

Los adversarios, son los propios mercenarios con los que construyó las bases para llegar al poder y el resultado ya lo estamos viendo.

X: @diaz_manuel