Las intentonas del titular del Ejecutivo por imponer una serie de iniciativas que han resultado inconstitucionales han sido frenadas por la SCJN y, aunque no se trata de algo en contra del presidente en turno, López Obrador ataca y descalifica, sobre todo, en estos momentos, porque la decisión que está en juego es la más trascendental para la vida política, institucional y democrática del país.
Todas las iniciativas que AMLO ha enviado al Congreso de la Unión llevan la misma instrucción: aprobarse sin que se cambie ni una coma y, como nunca en la historia, le ha faltado el respeto a la Corte, al Poder Legislativo y en general al pueblo de México, todo por su necedad de imponer sus caprichos.
Fuera de la Ley
Con tal de imponer su voluntad, hay temas donde AMLO ha actuado al margen de la legalidad. En el sector energético, al cancelar las subastas de energías renovables y demandar a las empresas transportistas de gas natural, habló de supuestos “contratos leoninos”, de la ineficiencia de las energías renovables y negó los permisos para la entrada en funcionamiento de más de 120 parques de generación solar, provocando graves e irreparables perdidas, tanto a CFE a como a las comunidades que se beneficiarían.
Ante esa postura, empresas e instituciones como COFECE y agrupaciones sociales interpusieron una serie de amparos (el amparo es contra actos arbitrarios de autoridad que violenta la ley y los derechos humanos).
Así, en lo que va de su administración, AMLO ha arremetido en contra de los jueces y los fallos a sus ocurrencias, tal es el caso del Juez Especializado en Competencia Económica, Ramón Lozano Bernal, que otorgó una suspensión definitiva a Iberdrola contra la multa que le impuso la CRE por 9 mil millones de pesos.
Como el único juez digno y moral es él y su ley es la única que vale, si un juez actúa conforme a derecho y con apego a la Constitución, amenaza y descalifica: “A este Juez nosotros lo estamos investigando, estamos revisando cómo fue que concede un amparo para que Iberdrola no pague una multa. Presumimos -no quiero adelantar- de que hubo falsificación de documentos”. Lo mismo con el Juez Juan Pablo Gómez Fierro, otro de los tres jueces que concedieron suspensiones contra la compra de gas natural a Pemex y la CFE.
Control y sumisión
Sin respetar los límites del ejercicio de su encargo, AMLO opera para que los Poderes Judicial y Legislativo actúen como una extensión de su Poder. No solo se ha dedicado a cuestionar y amenazar a jueces o legisladores que se han opuesto, sino a buscar que estos Poderes actúen para consolidar sus venganzas políticas en contra de sus opositores.
Así paso con Rosario Robles en el caso del “Señor de las Ligas”; o con el exgobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, que se dice divulgó información con respecto a la relación de importantes funcionarios del gobierno de AMLO y del actual Gobernador, Américo Villarreal con el crimen organizado.
Aunque AMLO ha dicho que sus antecesores controlaban al Poder Judicial y que la Corte estaba al servicio del presidente, es algo que después de la reforma de 1994 ya no sucedía, lo que tanto critica regresó en 2018, cuando impuso al menos tres magistrados “incondicionales” como;
La Magistrada Pirata, Yasmín Esquivel, quien como magistrada del Tribunal Administrativo de la CDMX, cubrió todas las anomalías del segundo piso que desarrolló José María Riobóo, su esposo, y supervisó y contrató, Claudia Sheinbaum.
La Magistrada, Loretta Ortiz, esposa del compadre de AMLO y actual Fiscal Especializado para Delitos Electorales, quien exoneró a Pio y Martín López Obrador por recibir cash para la campaña de su hermano.
La Corte
Y claro, el expresidente de la Corte, Arturo Saldívar, quien no sólo se agachó, sino se convirtió en el empleado número uno, que no emitía un voto sin consultarlo con AMLO.
La buena noticia
Hoy la Corte está presidida por Norma Piña, una Ministra de carrera, independiente y comprometida con la Constitución, sobre quien no valen amenazas o acusaciones infundadas.
Ante la publicación del Decreto de su Plan B y el hecho de que pasará a la Corte, AMLO se lanza a descalificar a esta y a su presidenta, asegurando sin pruebas que con la llegada de Norma Piña se han desatado los amparos a presuntos delincuentes: “muy al contrario del ministro Arturo Zaldívar, quien durante su presidencia mantuvo una vigilancia más puntual sobre la Judicatura”, pero lo que quiere, en realidad es a una Corte sumisa.
El presidente se niega a aceptar que millones de mexicanos que participaron en la marcha del 13 de noviembre y en la concentración del pasado 26 de febrero que se replicó en más de 120 ciudades, lo hicieron para manifestar su firme, pacífico y rotundo rechazo.
Hoy más que nunca esperamos que la decisión de la Corte se apegue a los principios Constitucionales y brinde respaldo a la Sociedad Civil.
Twitter: @diaz_manuel