Después de que se anunciará la determinación que tomó el pueblo, a través de una encuesta, se ha manufacturado un proceso de definiciones por la postura que fijó Marcelo Ebrard. Son tiempos claves para evaluar cualquier escenario y, con ello, tomar la decisión de permanencia o separación para encarar el ejercicio electoral que viviremos en 2024. Y eso es precisamente lo que ha originado un enigma y, de cierta forma, muchas hipótesis del futuro del exfuncionario del gabinete de López Obrador.
Lo que opino es que, en estos días, Marcelo Ebrard está ponderando y discutiendo con su equipo de trabajo cualquier posibilidad. Tiene, claro está, muchas dudas, sobre todo de la determinación que tomará. Incluso, eso mismo se puede descifrar en cada uno de los pronunciamientos públicos que ha hecho.
Es verdad, muestra su inconformidad por el proceso interno; sin embargo, no existe un mensaje, a menos de que haya tomado la decisión final, que su destino sea Movimiento Ciudadano. Es una posibilidad, pero ha titubeado mucho. En pocas palabras, su narrativa se encuentra en una profunda incertidumbre de qué es lo que más le conviene.
A grandes rasgos, podemos percibir que, en estos momentos cruciales, Marcelo Ebrard está evaluado, si no me equivoco, las chances de permanecer en Morena y, con ello, sumarse al proceso electoral. Lo cierto es que, en estos días que sigue calculando toda posibilidad, hay puentes de interlocución por parte de algunos liderazgos de Morena. Se sabe que, desde el Senado de la República, el propio coordinador, Eduardo Ramírez, se reunió con legisladores afines a Ebrard hace un par de días. De hecho, la principal razón, no hay duda de ello, es la operación cicatriz y, de ese modo, encauzar el ejercicio de unidad.
Lo que está llevando a cabo el líder de Morena en la cámara alta es, entre otras cosas, recomponer cualquier posible diferencia que ocasionó la determinación final de la encuesta y que, a la postre, no se convierta en una fractura. Hizo muy bien en reunirse con senadores y diputados federales, que fueron encabezados por Malú Micher, el liderazgo más visible del bloque de Marcelo. De hecho, por momentos fue una reunión acalorada, sin embargo, Ramírez calibró muy bien el asunto y, en lo colectivo, generó las condiciones para que el diálogo fluyera.
Se puede decir, a grandes rasgos, que fue una reunión muy productiva. Es probable que, después de este encuentro, se den las condiciones para que los senadores y legisladores afines a Marcelo, se reúnan con Claudia. Nos cuentan que, en esa coyuntura, los buenos oficios del coordinador de los senadores de Morena influyeron poderosamente para hilar acuerdos. Entre ellos, por ejemplo, continuar la interlocución y una participación activa para alcanzar un consenso que beneficie a todos. La idea es seguir construyendo y, en medio de esa tarea, escogieron un buen promotor en la imagen del presidente de la Junta de Coordinación Política de la cámara alta.
De hecho, insistió mucho en la importancia de sumar a Marcelo Ebrard al proceso electoral de Morena, pues, claro está, representa una fuerza política que no se puede menospreciar. Por esa razón, Eduardo Ramírez tejió fino e intuyó que, una intervención oportuna para propiciar el diálogo, es de suma importancia, máxime cuando se trata de un ejercicio de la naturaleza que tendrá que encarar el lopezobradorismo. De ese modo, quienes narraron el encuentro entre legisladores coincidieron que, en la esencia del Senado, se sigue privilegiando el consenso que ha sido de vital importancia -en cinco años de quehacer- para construir un andamiaje numeroso de leyes y reformas constitucionales. A raíz de ello, vemos que su líder, en este momento, entendió perfectamente esa tarea que, por cierto, siempre tiene una enorme presión. Empero, “El Jaguar”, como le conocen, ha mostrado esas cualidades que se necesitan.
A propósito, Eduardo Ramírez, coordinador de los senadores de Morena, está listo para registrarse en el proceso interno de Morena. En todo caso, el mismo dirigente nacional adelantó que, en los próximos días, se darán a conocer los detalles de la convocatoria para las entidades federativas. Incluso, de mucho ha servido el trabajo de Ramírez, pues todas las encuestas lo colocan en la cima de las preferencias del lopezobradorismo. Dicen los que saben que, en aquel territorio del sur, la población ya tiene al virtual abanderado. Y si hay alguien que duda de ello, nada más les lleva una ventaja de 20 a 25 puntos en las evaluaciones de mayor confianza.
Por ello, Eduardo Ramírez, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, tiene prácticamente el triunfo interno de Morena en la mano. Prueba de ello, son las tareas de primer nivel que asume.
Notas finales
La gira de la unidad comenzará el próximo fin de semana en Michoacán. Claudia Sheinbaum, coordinadora de los comités de la defensa del voto, visitará Morelia, para reunirse con militantes y simpatizantes del movimiento, lo mismo que población en general. Debo decir, con mucha claridad, que el triunfo de Sheinbaum, en el proceso interno, también movió el tablero político en la entidad Purépecha. Resulta que, para los próximos meses, se tendrá que definir la dupla o fórmula senatorial. Dada la cercanía que existe, los vientos soplan a favor de Giulianna Bugarini, no solo por su paso como líder de la expresión en la entidad, sino por el trabajo que llevó a cabo como miembro fundadora. Y como Bugarini es delegada estatal, acompañará a Claudia durante su visita y, de paso, se pueden despejar muchas versiones que han circulado.
Sabemos que Claudia lleva mano para influir en la toma de decisiones de los espacios de elección popular que se jugarán el próximo año y, con esa lógica, Giulianna Bugarini, gente cercana al gobernador Ramírez, es la favorita para acompañar la fórmula de Morena el Senado de la República. Los vientos soplan así.