Precisamente hoy, que abunda una cantidad importante de encuestas que van anticipando lo que puede llegar a ocurrir ahora que se ponga en marcha el proceso interno de los partidos, el clima sube de intensidad. Antes de realizar cualquier pronóstico, es fundamental ir poniendo sobre la mesa registros de cada fuerza política, habrá que ir visualizando a los participantes que, al final de cuentas, serán quienes representen a sus respectivas coaliciones o alianzas. Hace poco, de hecho, analizamos el tema de Aguascalientes, que es uno de los enclaves que ha dominado por décadas la derecha. Eso, desde luego, no significa que lo seguirá haciendo, sobre todo cuando Morena está inmerso en un despegue importante. Todo indica que la izquierda dará la pelea en Chihuahua y Querétaro.

El tema de Querétaro, estos días, estuvo en la agenda de muchas figuras públicas. La oposición asegurá que ganarán nuevamente, pues las tendencias, según ellos, favorecen la perspectiva. Pero existen, como dijo el expresidente López Obrador, otros datos que nos acercan a una contienda cerrada. Morena, en efecto, ha acortado la brecha y, con ello, ha visto madurar el crecimiento de las simpatías a la causa en aquel punto crucial. De hecho, resulta importante decir que, hoy por hoy, existen condiciones para hablar de un empate técnico y, en algunos casos, de un margen que, si nos detenemos un poco a examinarlos, tiene una proyección a la alza en pro de la coalición Seguimos Haciendo Historia.

Por eso lo que se juega en Querétaro, más allá de una elección, es la permanencia de un partido que, en términos concretos, ha quedado a deber a la población. Las administraciones del PAN, especialmente esta última que encabeza Mauricio Kuri, ha mostrado muchas deficiencias para atender las situación que aqueja a la ciudadanía. Si tomamos en cuenta muchos criterios que sirven de mecanismos para evaluar el desempeño de Kuri, concluiríamos que ha sido un fracaso. Él, que ya no está identificado con las políticas públicas, está metido de lleno en ser un portavoz del blanquiazul. Ha llegado al grado, en esa clara postura de frustración, a convocar a la simpatía para que no vote por Morena. No olvidemos que eso, bajo una normativa electoral, está prohibido, sobre todo cuando brota de una encomienda como la que carga Mauricio.

Soy de los que piensa que, como tal, hay condiciones para que Morena gane la elección en Querétaro. La caída del PAN en las encuestas, sumada a la falta de liderazgos, y el ridículo que llevan a cabo personajes como Ricardo Anaya, son elementos que suman a favor de la izquierda. Entonces, después de un largo periodo, se abre la puerta para que el proceso de la Cuarta Transformación llegue a ese punto. Me atrevo a decir que, en ese sentido, el panismo teme enfrentar al fenómeno del lopezobradorismo. Eso puede ser el preludio de lo que el destino tiene trazado. Algo similar a lo que ocurrió en el Estado de México, que, para muchos, era impensable conquistar por la enorme estructura que consolidó el otrora todopoderoso PRI. Todo eso inspira ante la avasalladora avalancha que se avecina.

Por supuesto que para Morena, como para la presidenta constitucional, Querétaro es una de las prioridades de la agenda electoral del 2027. Así lo ha dicho claramente en varias entrevistas Luisa María Alcalde, sobre todo ahora que se ha confirmado ese paso contundente. En Querétaro, ya lo dijimos, hay datos que nos aproximan a una contienda muy cerrada que nos ayuda a esclarecer los pronósticos que hemos realizado. Ya con las condiciones dadas, ahora sí, el CEN tiene muy claro que, para la competencia, necesita un cuadro que, de entrada, sepa conciliar a las fuerzas progresistas. De hecho, el resultado de la pasada elección para la fórmula del Senado, donde Morena apostó al máximo, puede ser la llave de acceso para encontrar al perfil que requiere la coalición. Todos sabemos que, llegado el momento, la comisión especial de levantar la encuesta oficializará la llegada de un varón a la coordinación de la defensa del voto.

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Ese perfil del que hablamos, que además aparece como único puntero en las encuestas de opinión, tiene un tramo importante en la contienda interna por la candidatura de la coalición Seguimos Haciendo Historia. Todos sabemos a quién nos referimos. Y él, que se perfila para llegar a la coordinación, tiene un trabajo territorial amplio que llevó a cabo en la pasada elección para la fórmula del Senado. Con ese activismo, de hecho, podemos asegurar que Morena dará la pelea hasta el final, pues el CEN, que focalizará la atención en ese enclave, va por la transición y, por ende, por la anhelada alternancia que piden a gritos. Eso debería preocupar al PAN. Es más, ni siquiera la influencia del gobernador Mauricio Kuri será un factor decisivo, sobre todo ahora que la izquierda sigue abriéndose paso.

El panismo en Querétaro, que ha puesto en entredicho esa fuerza que acumuló, no tendrá más remedio que tolerar el triunfo de Morena que, desde ahora, podemos visibilizar. Siendo así, es buen momento para que el gobernador Mauricio Kuri vaya preparando una transición ordenada y una entrega recepción sin contratiempos.