Ahora que en la Corte Internacional de Justicia de La Haya un grupo pseudo-intelectual de Sudáfrica está demandando al gobierno de Israel por la respuesta militar que ha realizado en la franja de Gaza, Cisjordania, Líbano y Siria, a consecuencia del atentado perpetrado el 7 de octubre pasado en su territorio, corte donde yo presenté una demanda y una carta por la mortalidad que ha existido en el mundo por cáncer, sin entrar mucho en detalle por el momento de dicho proceso jurídico, me interesa analizar sobre quién pudo haber sido el autor intelectual del tan inentendible atentado en Israel aquel 7 de octubre que ya llaman: 10/7, igual que nombran mediáticamente 9/11 al atentado contra las torres gemelas.

Todos los grandes sucesos de la humanidad, tanto progresistas como catastróficos, han surgido inicialmente en la mente de una sola persona, por mencionar algunos ejemplos al respecto, en la mente de Abraham surgió la idea de crear al pueblo judío y al pueblo árabe, en la mente de Moisés terminar con el imperio egipcio, en la mente de Alejandro Magno eliminar al imperio persa, y en la mente de Hilel, maestro de Jesús, el decaimiento del imperio romano., en la mente de Benjamín Franklin surgió la independencia de los Estados Unidos, en la mente de Napoleón Bonaparte inició la revolución francesa., en la mente de Josefa Ortiz de Domínguez la independencia de México., en la mente de Churchill surgió la segunda guerra mundial, y en la mente de alguien muy poderoso el atentado contra las torres gemelas y la guerra de Irak.

El mismo hundimiento del Titanic, si fue un atentado, como lo he planteado, fue planeado en la mente de una sola persona.

Pero un atentado como el del 7 de octubre del 2023 en Israel, con más de 1000 asesinatos y más de 200 secuestros perpetrados con una malignidad nunca antes vista en ese territorio durante los últimos 75 años, debió haber surgido en la mente de una persona bastante mala, repito, y con una visión apocalíptica terrible.

Y como en otros artículos para SDP Noticias y para Detona que he escrito al respecto sobre interrogantes tan impresionantes, no es mi deseo que lo continúen siendo, pero lo único que puedo aportar en el presente ensayo sobre el atentado del 7 de octubre, es que no surgió en la mente de un árabe, tanta maldad no puede existir en el pueblo árabe, porque nunca había existido tal cual desde que se creó el Estado de Israel, así como tampoco el entrenamiento y capacidad bélica que presentaron los perpretadores que realizaron dicho atentado, personajes que parecían mercenarios estilo el hollywoodiense: Rambo.

Finalmente, independientemente de las motivaciones que tuvo el autor intelectual del atentado del 7 de octubre en Israel, jamás pensó que causaría tanto desequilibrio mundial.