Vaya revuelo que ha causado el “Prix Versailles” otorgado al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). ¿Qué es este premio? y ¿por qué se lo ganó el AIFA? Pues vamos a ello.
Comencemos hablando de “lo bello”; la belleza es muy subjetiva, lo que a mí me puede parecer “bonito”, a otra persona le puede parecer “horroroso”, y viceversa; por eso decimos que la belleza depende de los ojos que la admiran.
Cuando se dio a conocer la noticia sobre este premio, aparecieron los siguientes titulares: “Nominan al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) de México como uno de los más bellos del mundo en ranking de Prix Versailles”, del medio CNN en español; “El AIFA, nominado al Prix Versailles como uno de los aeropuertos más hermosos del mundo”, en el diario español El País. En medios nacionales: “AIFA, entre los aeropuertos más bellos del mundo”, de El Economista, e incluso el portal de López Dóriga, registró “Reconocimiento Prix Versailles al AIFA es ‘un logro del país’, asegura el general Gustavo Ricardo Vallejo”.
Según lo dicho por Jérôme Gouadain, secretario general del Prix Versailles, estos premios se otorgan desde el año 2015 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), y representan un conjunto de premios de arquitectura que se dedican a destacar las obras contemporáneas.
Dicho por ellos mismos, los criterios para otorgar estos galardones son los siguientes:
“…innovación, la creatividad, los reflejos del patrimonio local, la eficiencia ecológica y los valores de interacción y participación social que las Naciones Unidas tienen en alta estima está en línea con los principios de sostenibilidad inteligente, tomando los impactos ecológicos, sociales y culturales en consideración.”
Prix Versailles
Como podemos observar, a pesar de lo que podemos leer en los distintos titulares, lo que se premia son otros conceptos más tangibles, y no sólo “la belleza” de la terminal aeroportuaria, en este caso.
Justamente hoy en la mañana, siguiendo la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, pude ver que el último turno para preguntar fue del periodista del espacio Reporteros MX y conductor del programa en YouTube “Sin Máscaras” Manuel Pedrero, quien aprovechó para preguntar qué opinión le merecía a la mandataria este premio Versalles otorgado al AIFA.
Claudia no pudo evitar esbozar una sonrisa, y soltó: “Bueno, pero miren nada más qué sorpresa, tanto que decían del Felipe Ángeles, del AIFA, qué terrible aeropuerto, que se hubiera realizado el de Texcoco, todas las críticas que recibió, a ver ahora que dirán todos ellos del premio internacional que recibió como uno de los aeropuertos, o una de las arquitecturas más bellas del mundo…”
Voy a contradecir un poco a la presidenta de la nación; más allá del tema estético, para otorgar este premio lo que analizan son los ejes fundamentales que toda obra pública, y también privada, deben observar.
Y los revisamos desde arriba: el primer punto es el tema de la innovación, y esto significa que dicha terminal cuenta con equipos tecnológicos de punta que lo hacen innovador, como son los accesos a las salas de última espera, que reducen los tiempos, optimizando las operaciones aeroportuarias, pero también en beneficio de los usuarios.
Tradicionalmente los filtros de seguridad en los aeropuertos son un suplicio, hay que sacar las pertenencias personales, ponerlos en unas bandejas/charolas, quitarse todo lo metálico que uno trae encima, y en ese proceso te puedes tardar bastante tiempo.
Una de las innovaciones más importantes del AIFA es que ya no es necesario sacar las pertenencias personales de la maleta de mano al llegar a los filtros de seguridad, así como tampoco necesitan usar un detector corporal, que si seguía sonando, te dejaba casi encuerado antes de pasar a la sala de última espera.
No solo eso, la terminal aérea está pensada en la optimización de los espacios, y en el ahorro de energía; sus grandes ventanales permiten la entrada de luz suficiente, y con eso se genera un importante ahorro de energía eléctrica. Sus techos tan altos facilitan que se prescinda de aire acondicionado, y en todo el edificio terminal se cuenta con ventilación cruzada.
Todo esto hace lo hace un proyecto sostenible y amigable con el medio ambiente. Estos son tan solo unos puntos por los cuales el AIFA se hizo acreedor del premio, más allá de la “belleza” o no del edificio, porque ya les digo que al final es un concepto muy subjetivo.
La parte cultural y social también están integradas en esta terminal aérea, los baños, motivo de burlas y memes en redes sociales de algunos detractores del AIFA, también forman parte de este premio, pues de manera muy sencilla se da a conocer la cultura tan vasta de nuestro país, y de forma muy lúdica y didáctica; sí, haciendo uso de las instalaciones sanitarias.
Pero también está la parte social, a diferencia de otros aeropuertos, este ha tenido en mente espacios para todo tipo de personas, así que tenemos dentro del AIFA lugares dedicados para los menores, donde pueden jugar en lo que sale su vuelo, y que permite que descarguen su energía, para que durante su viaje vayan un poco más relajados.
Quienes tenemos hijos sabemos lo complicado que es viajar con ellos, y que a veces estos espacios son más que agrestes con los menores de edad. Por eso se agradece infinitamente que se haya pensado en hacer estos lugares donde hay juegos infantiles para ellos.
Y también hay que ser muy puntual, no es el único premio que ha recibido esta vapuleada terminal aérea. En marzo pasado la sala “Hacienda Santa Lucía”, que es manejada por la empresa The Grand Lounge Elite, obtuvo el premio a la mejor sala VIP, otorgado por Priority Pass, gracias a que cuenta con diversas innovaciones tecnológicas como es los servicios de asistencia robotizados, así como de experiencias inmersivas.
Más allá del tema estético, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es una excelente terminal aérea complementaria al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Falta todavía que la conectividad a través del Tren Suburbano sea una realidad para que este nuevo aeropuerto despegue aún más.
En resumen, el premio recibido es realmente porque de manera arquitectónica se resolvieron varios puntos importantes que hacen de dicha terminal un edificio sostenible y amigable con el medio ambiente, que reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera y que además muestra la cultura del país, sin descuidar los aspectos tan importantes como a los pasajeros que usan la terminal aérea.
¡Felicidades al nuevo aeropuerto!, como pueden ver, en México podemos construir de manera eficiente y responsable, y además gracias a ello ganar premios a nivel internacional.
Para los viudos del NAIM, les recuerdo que el panista José Luis Luege Tamargo, sostuvo que era un error construir un aeropuerto en Texcoco, y que sería un completo suicidio, al ser dicha zona un área para la recarga acuífera de nuestra ciudad. Más allá de las filias y fobias con los partidos políticos, estas obras son en beneficio de todos nosotros, los habitantes de este hermoso país.