Aunque un día sí y otro también la candidata del oficialismo promete y se compromete ante empresarios o frente a la sociedad que demanda seguridad, se pronuncie por las energías renovables y la transición energética o diga ser parte de la izquierda que combate el militarismo y el autoritarismo, se tiene que tragar sus palabras, todo es una mentira, AMLO ya salió a aclarar que el camino no es como lo promete su candidata, que él ya trazó la línea y son las 20 iniciativas que mandó al Congreso.

El presidente marcó el camino y pasa por eliminar la república democrática destruyendo a la SCJN y a los otros poderes del Estado para configurar un gobierno dictatorial y autoritario con base en el militarismo y la represión, para que solo exista un partido hegemónico, peor que el PRI de las épocas de López Mateos, Díaz Ordaz y Echeverría.

Lo que pasa en Morena, y en muchos ámbitos de la política nacional, podría explicarse con la llamada teoría del caos, es decir, concebir un nuevo paradigma controlado desde quien lo provoca.

Imponer su voluntad

En el 2022, Porfirio Muñoz Ledo, un luchador de izquierda que con Cuauhtémoc Cárdenas conformó la corriente democrática y luego el Frente Democrático que participó en las elecciones de 1988; que fue secretario de Estado, presidente del PRI, del PRD, senador y diputado, y que puso la banda presidencial a AMLO, advirtió que al último año de su mandato el presidente pretendería poner un Estado de excepción en México y crear un bloque hegemónico y dictatorial, dijo: “ahora resulta que el presidente pide que a partir de la sucesión presidencial 2024 el ejército puede volver a salir a las calles, puede volver a perseguir como antes al narco, puede borrar del mapa a la Guardia Nacional… Es lo mismo que hizo Napoleón tercero y Adolfo Hitler; convertir el poder legal en ilegal. Esto es de una gravedad histórica para el país”.

AMLO ha visto que su poder disminuye, que al concluir su gobierno su libertad está en riesgo y que lejos de lo que él desea, pasará a la historia como el peor presidente, por ello recurre, como los dictadores han hecho, a impulsar el caos para construir un nuevo paradigma a su modo y beneficio personal.

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Ya se veía venir

Las mentiras y la manipulación en las mañaneras, el fracaso de su administración, los proyectos que por capricho impulsó y se derrumban por ineptitud, corrupción y falta de sensatez. Ejemplos de caos hay muchos, como en ningún otro gobierno, el colapso del Metro de la CDMX; la crisis del sistema de aguas que administra Conagua; las aduanas paralizadas por falta de mantenimiento y modernización tecnológica; Migración tratando como animales a los migrantes; el sistema penitenciario en condiciones deplorables; el gravísimo problema del sector Salud; las carreteras y los aeropuertos que se construyeron a su cargo, empezando por el AIFA que más se deteriora que lo que sirve, Dos Bocas que no refina y se inunda y el Tren Maya, que ha presentado fallas recurrentes y hasta la caída de un tramo de su estructura.

De acuerdo con la teoría del caos, deben darse tres elementos fundamentales: primero generar odio, eso hace AMLO todas las mañanas, generar odio y polarización entre la sociedad. Segundo, generar miedo, lo hace al promover un ambiente cerrado donde la sociedad se refugie en una visión única, mesiánica y revolucionaria, y a través de promesas de un “proyecto de país” que solo él controle. El tercer elemento es la ausencia de moral, lo que necesita un régimen totalitario para perpetuar su ignominia. Así se construye la trilogía perfecta en un régimen absolutista y egocéntrico.

Ahora, ante la caída de su candidata, Andrés ve que salida para mantener el poder es generar el caos y provocar un Estado de excepción, tal cual lo advirtió Muñoz Ledo.

El caos

Aún no termina el segundo mes del año, pero la situación ya es crítica por la violencia e inseguridad que priva en prácticamente todo el país.

En Zacatecas, además de las matanzas y de que Fresnillo es la ciudad más violenta, acribillaron a dos familiares del gobernador David Monreal y de su hermano Ricardo, líder de Morena en el Senado.

En Tabasco, un joven victimó a tres y dejó dos heridos en un bar en Villahermosa; en Macuspana, el pueblo de AMLO, se registra violencia y tráfico de armas; en Sonora matazones en Caborca y Obregón, las carreteras intransitables y se descubre un mega laboratorio de fentanilo; en Michoacán, Guerrero, Chiapas, Veracruz, Morelos, Guanajuato, Jalisco y Tamaulipas las fuerzas del orden han sido rebasadas por el crimen organizado y ya se consideran estados fallidos.

En el gobierno de AMLO se han registrado el mayor número de muertos y desaparecidos a manos de la delincuencia y en violencia política tiene el deshonroso registro de más muertes de políticos y candidatos en la historia, después de la Revolución Mexicana de 1910.

Todo es caldo de cultivo para generar un Estado de excepción, tal como la advertencia Porfirio Muñoz Ledo. AMLO prefiere destruir el país antes de entregar democráticamente el poder. Un peligro.

X: @diaz_manuel