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La empresa estadounidense Tesla, del multimillonario Elon Musk, anunció hace unos días que instalará una fábrica de autos eléctricos, en Santa Catarina, Nuevo León con una inversión de más de 5 mil millones de dólares.

La noticia de la llegada de nuevas inversiones a la región del noreste de México lleno de alegría a un gran sector de la población; pero existen varios asuntos a resolver como son el aumento de la demanda de agua en una zona con estrés hídrico, ya que se espera la llegada de personas para la construcción del complejo industrial y de trabajadores para laborar en la fabricación de las unidades, lo que aumentara la demanda del vital líquido y por otro lado hay dudas si la compañía norteamericana respetará las leyes laborales locales y el derecho de su personal a sindicalizarse.

Los gobiernos federal y local, están construyendo un acueducto desde la presa del Cuchillo a la capital de Nuevo León para abastecer de agua potable a la zona y se está por terminarse la Presa Libertad con lo que se tendrá una mayor oferta del bien hídrico, además de que se tiene el compromiso de la empresa de que en todo el proceso productivo solo se usara aguas residuales y tratadas, sin embargo, estas medidas solo servirán para resolver el problema en los siguientes 5 años.

Las políticas laborales de la compañía de Musk no son favorables para las asociaciones sindicales de sus trabajadores, esto quedo de manifiesto cuando en marzo del año pasado Tesla, boicoteó a sus empleados su derecho a sindicalizarse a la United Auto Workers (UAW) en su planta de montaje de Fremont, en California.

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La empresa fabricante de autos eléctricos despidió en enero de este año a decenas de empleados de su departamento de Autopilot en su planta de Buffalo, en Nueva York, un día después que los trabajadores lanzaron una campaña para formar un sindicato, indicó una denuncia presentada ante una agencia gubernamental de los Estados Unidos.

Los empleados habían pedido al fabricante de coches eléctricos que respetaran su derecho a organizar un sindicato y pidieron a la empresa que firmaran los Principios de Elección Justa, que impedirían a Tesla amenazar o tomar represalias contra los trabajadores, pero la respuesta de la compañía fue despedir a los trabajadores.

El rechazo de la empresa para que sus trabajadores se sindicalizaran provocó que la Junta Regional Conjunta de Trabajadores Unidos de Rochester presentara una queja contra Tesla ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales, acusando al fabricante de vehículos eléctricos de prácticas laborales injustas.

Elon Musk, se ha mostrado desde hace muchos años contrario a los sindicatos y dijo en un tuit publicado en el 2018 que los empleados perderían sus opciones sobre acciones si formaban un sindicato, lo que llevó a la Junta Nacional de Relaciones Laborales a pedirle que borrara el tuit.

En el 2021 la administración del presidente estadounidense Joe Biden envió al Congreso de su país una iniciativa que propone subsidiar con hasta 12 mil 500 dólares la adquisición de autos eléctricos hechos en Estados Unidos y en plantas con sindicatos con efecto a partir de 2027.

El estímulo presentado por el jefe del ejecutivo estadounidense para subsidiar el consumo de automóviles eléctricos no podría ser usado ser usado por la compañía de Elon Musk, porque la mayoría de sus trabajadores no están sindicalizados.

La Ley Federal del Trabajo de México reconoce la libertad de asociación, la libertad sindical, el derecho a la negociación colectiva y el derecho a huelga; así mismo está legislación también establece que a nadie se puede obligar a formar parte de un sindicato.

Los sueldos y salarios en el sector automotriz mexicano presentan una gran precariedad comparado con los que reciben los trabajadores de ese sector en los Estados Unidos y si además no se respetan la legislación laboral del país azteca, las condiciones de los empleados de la nación latinoamericana se pueden deteriorar considerablemente.

Tesla deberá cumplir con la legislación laboral mexicana y los trabajadores, gocen de todas las prestaciones a las que tienen derecho.

El agua y la política laboral de la empresa estadounidense que se instalara en Nuevo León deberá cumplir sus compromisos en materia del uso de agua y respetar las leyes en materia laboral de México para que esta inversión no se vuelva un dolor de cabeza para los mexicanos y afecte la calidad de vida de los habitantes de Nuevo León.