El presidente AMLO anunció ayer en la mañanera que en el 2024 el salario mínimo tendría un nuevo aumento. Ahora -según aseguró el presidente- sería del 20 por ciento, es decir, que a partir del 1 de enero ascendería a 249 pesos diarios. Se trata, sin lugar a dudas, de un incremento considerable para los trabajadores.

Sin embargo, no todo luce bien. Es una realidad que el salario mínimo nacional debe ser suficiente para que los trabajadores puedan cubrir sus necesidades diarias, a la luz de una exigencia moral y del contenido de la propia Constitución. En adición, la mayoría de los economistas modernos han pugnado en favor de un incremento que favorezca el consumo, y con ello, incrementar el poder de demanda de los habitantes.

No obstante estos principios económicos, un aumento al salario mínimo puede igualmente conllevar consecuencias negativas para el bienestar general. Sin el ánimo de realizar un estudio especializado sobre la pertinencia de incrementar el salario mínimo, la evidencia apunta a que esta decisión no puede ser tomada sin un estudio previo, pormenorizado y con base en criterios que consideran la realidad de la economía nacional.

Un incremento arbitrario del salario mínimo que no esté respaldado por análisis sesudos podría conducir a un alza inflacionaria que podría poner en riesgo la estabilidad económica nacional. En términos sencillos, ante el alza del salario mínimo los producto y servicios tendrán un costo más elevado, a la vez que la política provocará una mayor circulación de dinero, lo que se traducirá inevitablemente en un incremento de la tasa de inflación.

En otras palabras, un incremento al salario mínimo establecido por decreto sin criterios económicos serios no se percibe como una buena política. Sin embargo, AMLO, político más que economista, es bien consciente de que lo que prevalece en la coyuntura actual no es el estado actual de la economía, sino la popularidad del presidente y de su candidata, especialmente en la antesala de las elecciones presidenciales de 2024, donde el presidente busca asegurar las dos terceras partes del Congreso.

Con este nuevo incremento al salario mínimo AMLO podrá reiterar que él, su partido y su candidata son los únicos verdaderamente comprometidos con el bienestar del pueblo. No muchos quizá conocerán los entresijos económicos provocados por el alza al salario mínimo, pero sí que aplaudirán a un presidente que se jacta de velar por los trabajadores. Al final para AMLO la política vale más que la economía.