En 2018 al iniciar su mandato, AMLO prometió transformación, resolver los problemas, abatir la corrupción y la inseguridad, pero llegamos al último año de su gobierno y el presidente, su equipo y su partido muestran fracaso, corrupción, impunidad y cinismo.
Crecimiento
Prometió que el crecimiento sostenido promediaría el 6%, lo ajustó luego al 4.5%, pero, de acuerdo con estadísticas presentadas en la mañanera del mes de junio de este año, el pronóstico de crecimiento es de apenas un 1.2%, muy lejos de sus estimaciones iniciales. “Eso es lo que ha crecido la actividad económica de México en los 17 trimestres que van de la administración, si bien nos fuimos al fondo con la pandemia y salimos relativamente pronto”.
No es: “Primero los pobres”
Prometió bienestar, sin embargo, la concentración del ingreso sigue en unas cuantas manos y la pobreza extrema crece. De acuerdo con el último informe de Conveal presentado en agosto pasado, se incrementó de 8.7 millones a 9.1 millones de personas y en el informe “La distribución del ingreso y la riqueza en México y países seleccionados”, Miguel del Castillo Negrete Rovira, jefe de la Unidad de CEPAL, mostró que: “la riqueza está mal distribuida en México, el 1 % posee el 41.2%”.
Para AMLO es “Primeros los ricos”, la oligarquía recuperó y vio crecer sus beneficios y privilegios. En el famoso Grupo Asesor Empresarial de AMLO, están empresarios que antes acusó como “la mafia del poder”: Carlos Slim a quien le han dado de todo, concesiones y contratos en infinidad de sectores. Carlos Hank González, presidente de Grupo Financiero Banorte; Bernardo Gómez, copresidente ejecutivo de Grupo Televisa; Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas; Olegario Vázquez Aldir de Grupo Empresarial Ángeles; Miguel Rincón, director de Bio Pappel; y Raúl Gutiérrez Muguerza, presidente de Deacero.
La involución del sector energético
Se habían dado importantes pasos en materia de transición energética, sin embargo, los planes y proyectos se cancelaron, obstaculizaron o de plano se abandonaron. La preocupante involución acabará por dañar una de las más importantes oportunidades que se nos han presentado para el crecimiento económico como lo es el nearshoring.
México fue uno de los principales países en encabezar la transición energética y con la posibilidad de llegar a ser una potencia, sin embargo, ahora dependemos de la energía que se genera en otras partes del mundo.
Dijo AMLO que no importaríamos gasolinas, que pagaríamos 10 pesos por litro, que produciríamos y refinaríamos, que Dos Bocas cubriría la demanda desde 2022. Pero la importación de gasolina, gas y otros hidrocarburos ha crecido y el precio de la gasolina regular está entre 22 y 24 pesos, y con un subsidio muy alto.
En 2018 CFE se mantenía con números negros y con expectativas de desarrollo, pero hoy se encuentra en crisis, endeudado y generando energía con combustibles fósiles caros, contaminantes e ineficientes. Vastas regiones del país sufren apagones y variaciones de voltajes que afectan a los hogares, y en la industria a equipos y maquinaria.
Manuel Barttlet y Miguel Reyes han desmantelado la empresa productiva del Estado y frenado importantes proyectos, incluso los que se impulsan en gobiernos locales de la 4T, como Tamaulipas que podría ser el más importante del país o el gran potencial de Campeche o en Yucatán, donde han frenado el desarrollo energético al bloquear obras de infraestructura que ponen a la península al borde del colapso eléctrico.
No fuimos Dinamarca
Prometió un sistema de salud digno de cualquier país desarrollado, pero es quizá el sector que más impacto negativo ha tenido con la 4T. Al llegar destruyó lo que funcionaba, el Seguro Popular, la distribución de medicinas y se detuvo la inversión en infraestructura hospitalaria, hoy en día prevalecen enormes deficiencias en atención, tratamientos y vacunas, incluyendo las de COVID.
Rezago educativo
Uno de los aspectos más sensibles en cualquier nación es la educación, AMLO desde el principio demostró un especial desdén hacia ese sector y lo que representa y lo entregó a sus aliados con fines políticos. El rezago educativo que resultará de este sexenio prevalecerá por entre cinco y 10 años.
Combate a la inseguridad
Un tema recurrente durante todas sus campañas y que su gobierno no redujo, sino que elevó su gravedad es la inseguridad, al grado de que los carteles de la droga presumiblemente han reclutado a un importante número de gobernadores y funcionarios de la 4T. Estos grupos operan de una forma tan sanguinaria que podrían compararse con grupos terroristas como Hamás.
El último clavo del ataúd
Lo peor es que al cierre de sexenio se percibe el daño a la democracia y la intención de instaurar un régimen autoritario donde no se rindan cuentas, no se cuestione ni se acepten propuestas.
A través de una elección de Estado, AMLO pretende obtener una mayoría absoluta en el Congreso y poder reformar para destruir al poder judicial y al INE.
Se quejaba de que el poder judicial respondía a los designios del presidente en turno, pero eso cambió con la reforma al poder judicial de 1995 cuando se le dio autonomía y una verdadera separación de poderes, y se olvidó de que el IFE/INE ciudadanizado, no respondía a criterios político-partidistas o de grupo, porque a él lo que le importa es reformar para obtener el control absoluto de todos los procesos.
X: @diaz_manuel