No es el único gran desafío existente que posee esta gran empresa mexicana a la que se le han hecho esfuerzos descomunales por rescatar del desahucio en que la habían dejado el liberalismo privatizador, corrupto y saqueador de las anteriores administraciones. Entregar sus activos a precio de remate fue una de las grandes coincidencias de los gobiernos PRI-PAN, además de saquearla y dejarla en manos de la criminalidad transnacional ligada al narcotráfico y al huachicol, así como de cuello blanco ligada a los contratos multimillonarios leoninos y fraudulentos, y a las franquicias usadas con fines criminales.

Quizá, desde las petroleras rusas de los tiempos del líder de las oligarquías advenedizas y mafiosas, Boris Yeltsin, no se había conocido un saqueo más brutal que el cometido con una empresa símbolo del nacionalismo mexicano y de los impulsos al desarrollo, de las luchas nacional-populares. Ni Álvaro Obregón y sus compinches en los Tratados de Bucareli (1929) se comportaron de una manera tan abyecta como los prianistas de las administraciones del 2000-2018. Y miren ustedes estimados lectores que ya es decir mucho. La gestión con vías a su destrucción en los últimos 30 años, fue verdaderamente desastrosa, requerirá por lo menos otro sexenio para su recomposición sobre nuevas bases estructurales.

Hace pocos años elaboré un estudio sobre la estructura interno-externa de la criminalidad transnacional que había sometido a Pemex a un gigantesco saqueo y que la tenía postrada en una tendencia de picada, a pesar de ser la empresa de energías convencionales más rentable de toda América Latina, debido a su bajo costo de extracción en aguas someras, en donde se han localizado históricamente los más ricos yacimientos petrolíferos y de gas natural. La situación era dramática, al límite, porque resultaba impensable entender la estructura criminal transnacional que la exprimía de manera inmisericorde, sin aceptar que dicha estructura partía de los mandos de la dirección corporativa y gremial, cruzaba a las decenas de contratistas y franquiciatarios, y articulaba a través de todo ello, a las organizaciones del crimen organizado. Desde todos esos conductos fluía el dinero ilícito a raudales y daba para que cientos de cómplices (quizá miles) mantuvieran y alimentaran la red criminal que había capturado a la empresa más emblemática del desarrollo económico tardío de nuestro país.

Pemex tiene hoy cinco grandes retos de cuya eficiente gestión depende su futuro inmediato y mediato: i) el pasivo corporativo de 100,000 millones de USD; ii) el pasivo laboral de $1.2 billones de pesos; iii) el incremento del actual nivel de producción de crudo y de refinados, como condición para el logro de una postura productiva mejor en el corto plazo; iv) el sostenimiento del proceso de refinación para volverlo incremental a lo largo del sexenio; y v) el cambio estructural en la generación y distribución de energías en donde se incremente la relación de energía fósiles/energías renovables en favor de éstas últimas. Una transición energética muy compleja y de grandes inversiones. De una conjunción virtuosa entre estas variables fluirán los recursos que permitan un flujo de efectivo incremental para darle solvencia a su estructura financiera.

No conozco una valuación corporativa de Pemex bajo técnica de cálculo alguna, pero es probable que el pasivo total de la empresa esté todavía lejano al valor patrimonial de activos tangibles y no tangibles, menos aún, a su valor de mercado. No obstante, lo abultado del pasivo total (corporativo más laboral y oros) de hoy en Pemex tiene comprometida su viabilidad financiera de largo plazo, pero no cancelada dicha viabilidad. No es lo mismo.

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El pasivo laboral comprende todas las deudas que se generan durante el tiempo en que un trabajador forma parte de una empresa, en términos de los beneficios cuantificables monetariamente que un trabajador adquiere a lo largo de su desempeño laboral, son deudas de la empresa con los trabajadores y que deben cubrirse cuando el trabajador cesa su actividad laboral: primas vacacionales, bonos de productividad, bonos de puntualidad, fondos de ahorro, pensión para el retiro, etc. y que las empresas deben tener previstas en fondos o cuentas especiales, porque suponen erogaciones muy elevadas llegado el momento. Lo contrario, la falta de previsión o de solvencia, suele traer problemas graves. Entre más cuantiosa es la plantilla laboral de una empresa, más elevado suele ser su pasivo laboral. Se incrementa, por lo tanto, luego de cada ejercicio contable-financiero anual. Se le denomina también deuda contingente.

Sólo una de cada 10 empresas en México -según estudios especializados- cuenta con provisión o reserva estratégica para afrontar la magnitud de sus pasivos laborales, a pesar de que todas sin excepción están obligadas a calcular sus pasivos laborales, a valuarlos (se requiere un análisis actuarial al efecto), porque ello tiene impactos de carácter fiscal y en el reparto de utilidades. Con mayor razón si tienen planes de pensión, jubilación o retiro, como es el caso de Pemex.

Claro que, por el tipo de deuda, la corporativa externa con el fondo de inversiones Black Rock nominada en dólares, es más delicada, por la moneda Pemex no tiene problemas porque sus ventas son el USD, pero sí por la cuantía y los intereses. El monto total de los pasivos al cierre de primer semestre de 2024 fue de $3.9 billones de pesos. Es muy probable que sea conveniente entrar a un proceso de diversificación de la deuda corporativa externa. En un esfuerzo descomunal, se pagaron $30,000 millones de USD, aproximadamente el 25% del total. Pero existe también otro tipo de deuda: los famosos PIDIREGAS.

Dada la creciente necesidad de expansión y la escasez de los recursos públicos para financiar la capacidad adicional de Pemex, empezó a operar un nuevo esquema de financiamiento para los agentes privados que invierten en el sector energético, incluido Pemex, llamado “Proyecto de Infraestructura Productiva de Impacto Diferido en el Programa de Gasto” también conocido como “Proyectos de Infraestructura Productiva de Largo Plazo” (PIDIREGAS). Los PIDIREGAS son obras públicas que se encomiendan al sector privado y se transfieren a las entidades públicas una vez concluidas su construcción. Y entonces se pagan.

Dichas inversiones son realizadas con recursos privados y se registran en cuentas de orden del gobierno federal. Una vez concluidas, el sector público asume como pasivo directo los pagos realizados (correspondiente al periodo corriente y siguiente) con forme al programa de financiamiento del proyecto, y el resto por pagar queda como pasivo contingente del gobierno federal, surgieron por las necesidades de ampliación de la infraestructura para continuar los trabajos de exploración, producción y refinación de hidrocarburos. En este momento no tienen la significación que tuvieron antes.

Ahora bien, algunos números desglosados por IMCO: al cierre del segundo semestre de 2024 Pemex registró una pérdida de $251.3 mil millones de pesos, a pesar de haber recibido un apoyo total del gobierno federal de $165.6 mil millones de pesos. De ellos, $145,000 millones de pesos ingresaron por concepto de “aportaciones de capital”, correspondientes al 84.8% del total aprobado del Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2024. El total aprobado, fueron, $170.9 mil millones de pesos. Además de que la SHCP condonó el pago del DUC (derechos por extracción de hidrocarburos) correspondiente al último trimestre de 2023 y de enero de 2024, lo cual suma un total de $91,000 millones de pesos. No obstante, ese inmenso esfuerzo financiero, al 30 de junio de 2024, la deuda financiera bruta de Pemex fue de $1.83 billones de pesos, es decir, $99.4 mil millones de USD, o 5.3% del PIB.

Durante el primer semestre de 2023 se extrajeron en promedio 1.523 millones de barriles diarios de petróleo crudo (MMdp) -4.7% mismo lapso de 2023, equivalente a -76.000 barriles diarios. Por su parte en la producción de gasolinas y diésel al primer semestre de 2024: la de gasolinas fue mayor que la reportada al mismo periodo de 2023: 291,000 barriles diarios (12.6% mayor); y la de diésel fue de 178 mil barriles diarios (32.9% mayor), el combustóleo también se incrementó, al ser de 300 mil barriles diarios (2.9% mayor) respecto al mismo periodo de 2023.

Estos incrementos son extraordinariamente importantes ya que no figuraban en nuestra balanza energética, representan ahorros por cientos o miles de millones de USD. Obviamente el gran problema está en el sobreendeudamiento actual de distinto tipo, pero en el cual, la mayor gravitación está en esos casi 100,000 millones de USD que generan intereses monstruosos en el corto plazo (se enfrentarán con un monto cercano a 11,0000 millones de USD en 2025). La liquidación de una parte importante de deuda por $30,000 millones de dólares (desendeudamiento) es una medida importantísima que debe generar la confianza necesaria de los inversionistas extranjeros para mantener la estabilidad en las relaciones financieras.

La depreciación actual del peso frente al dólar, con todo y tener algunos aspectos positivos, como el estímulo a las exportaciones y a la inversión extranjera, tiene un impacto negativo para el valor de la deuda externa de Pemex porque incrementa el valor del pasivo en pesos, que se refleja en el balance general (riesgo cambiario).

Tenemos en realidad una situación de claro obscuros, muy compleja en donde hay avances notables que deben consolidarse, sin descuidar que la situación financiera se puede deteriorar. En principio, nunca una empresa sobre endeudada por el hecho en sí mismo carece de viabilidad financiera, compromete su viabilidad, que no es lo mismo, y depende de las alternativas que se instrumenten y la evolución de su flujo de productos y de efectivo, de los arreglos con proveedores, de los apoyos -en este caso a Pemex- del gobierno federal, de la renegociación de una parte de su deuda, la de vencimientos de plazo más breves, etc.

No hay varitas mágicas, se requiere esfuerzo y sabiduría económica y financiera, así como considerar el entorno político que es hoy y las próximas semanas de lucha muy intensa, por ello, seguiremos comentando el tema de enorme interés para los mexicanos, en forma aproximada en la siguiente entrega.