El caso de ABC Aerolíneas, conocida popularmente como Interjet es como la trama de una telenovela, pero de las chafas: mala, mala, mala, por decir lo menos. Permítanme actualizarles en qué vamos en este caso.
Primero, debemos tener claro el contexto, para un mejor entendimiento. Recordemos aquel diciembre de 2020, con la administración que recién iniciaba la familia Del Valle; quienes apenas tenían una semana -más menos- de haber “adquirido” el 95% de las acciones de Interjet; operación realizada sin la presencia de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), y que más bien fue un movimiento para quitar los reflectores a la familia Alemán, ni tardos ni perezosos, estos últimos corrieron a la tierra de los galos, gracias al beneficio que les otorga tener doble nacionalidad, mientras los Del Valle anunciaban en suelo mexicano que Interjet cesaba sus operaciones.
Para enero del año siguiente (2021) los trabajadores tomaron la decisión de estallar una huelga con una aerolínea que ya no estaba prestando el servicio de transporte público. En esta historia es necesario agregar que mientras esto sucedía, un acreedor demandó judicialmente que Interjet entrara en concurso mercantil, en su etapa de quiebra, para poderle cobrar.
La administración de la familia Del Valle, en uso de su derecho, se defendió como gato boca arriba, pero no con la finalidad de “resolver” el entuerto, sino con la descarada intención de retrasar dicho proceso judicial. Primero trató de “desconocer” el movimiento de huelga, luego chicaneando para evitar ser notificados (emplazados), y cuando esto fue inevitable y sucedió, su equipo de abogados interpuso una serie de amparos contra la resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que los condenaba a pagar a los trabajadores, por concepto de salarios caídos, más de dos mil millones de pesos. Al final la sentencia quedó firme y la obligación de pagarles a los trabajadores sigue vigente... Y creciendo.
Eso por vía laboral, pero por el lado del concurso mercantil, usaron la misma estrategia: interponer amparos y recursos jurídicos para desconocer el ingreso al concurso mercantil, pues según ellos, estaban realizando una reestructura a la aerolínea. Así lo declararon una y otra vez en todas las entrevistas que publicaron, como si la mentira se volviera verdad por la acción de repetirla hasta la náusea.
En fechas recientes, el Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (IFECOM) hizo pública la “Sentencia de Reconocimiento, Graduación y Prelación de Créditos”, dictada en el juicio de concurso mercantil. En ella solo están siendo reconocidos los trabajadores sindicalizados, no así los de confianza. Estos últimos han comenzado a organizarse para que el IFECOM los reconozca como acreedores dentro del concurso mercantil. Ante esto, vuelven a reaparecer los de la familia Del Valle, que habían bajado el perfil en los últimos meses.
En efecto teníamos meses sin saber nada de ellos, y justo cuando los compañeros de confianza comienzan a organizarse para “apersonarse” en el concurso mercantil, vía una demanda en contra de Interjet, es que la familia Del Valle hace su aparición en redes sociales.
Y volvieron más disparatados que nunca. Existe una solicitud de datos planteada por un grupo de trabajadores de confianza, y ante esta acción de los trabajadores, un tal ingeniero Enrique Del Valle, organizó una plática vía Zoom con algunos de ellos. Ahí se presentó como el hermano de Alejandro Del Valle, el “dueño” de las acciones de Interjet. Contrario a su forma de proceder, en que era Carlos Del Valle -el hijo de Alejandro Del Valle- quien fungía como vocero, ahora pusieron a otro familiar a contactarse con los trabajadores. Según el ingeniero Enrique, la familia Del Valle pide por lo menos tener contactados a 600 trabajadores de la aerolínea, que cuenten con inscripción al IMSS, para iniciar tres acciones, y cito textual:
- Liquidación de sus derechos laborales y sociales ofreciéndoles un convenio muy positivo para todos.
- La contratación de todos los empleados que se presenten y acepten el convenio.
- Inicio de labores, presentándose todos en las instalaciones de Interjet para ayudar con la limpieza e inicio de actividades.
Fueron trabajadores de Interjet los me compartieron esta información, y queda más que claro que es una estrategia cuya finalidad es la de desincentivar la demanda que están organizando en contra de los actuales administradores de la línea aérea.
El 1° de septiembre Interjet emitió un comunicado en el que, de entrada, culpa del paro de actividades a la huelga de los trabajadores: “Desde el cese de actividades de la Aerolínea Interjet, con motivo de la huelga de trabajadores, fue nuestra prioridad buscar las mejores condiciones para la reestructura…”
Por eso para mí era importante decir cómo es que pasaron las cosas, porque en la vasta imaginación que tienen los Del Valle, los culpables no son ellos, sino los malvados trabajadores, pues por su “culpota” tuvieron que parar las operaciones aeronáuticas de la compañía. Totalmente falso.
La finalidad de este comunicado fue informar que habían abierto un grupo en WhatsApp, y decirles que próximamente subirán información a las redes sociales, además de recibir en las próximas 4 semanas un cuestionario llamado “Nvo Interjet”, para avanzar en lo relacionado a las liquidaciones.
Por supuesto que toda la información tiene un enorme tufo a engaño y chantaje, pero la cereza del pastel la coloca Carlos Del Valle en persona, en su carácter habitual de vocero oficial. En una entrevista realizada en el Facebook Live de “Los Startuperos de Puebla”, durante más de 50 minutos, habló de un supuesto arranque de operaciones de Interjet.
Carlos Del Valle Guerrero abrió la entrevista diciendo que Interjet quebró por una mala administración, y por la pandemia de Covid; y que ellos, su familia, van a rescatar a la aerolínea. Señaló que la empresa no pagó impuestos, pero no ahondó más en ese escabroso tema, y que los pasajeros se quedaron con sus boletos y sin sus viajes.
No quiero pasar por alto lo que para mí es una joya: “… gran equipo de trabajo que está atrás de mí, gente con toda la experiencia, pues en el tema de la aviación, del tema de concursos mercantiles, chapter 11, que creo que es pues un reto muy grande…”. Aquí hagamos una pausa.
Si Interjet entró a un concurso mercantil fue por la demanda interpuesta por el despacho de abogados Aguilar Amilpa, representando a un acreedor de la compañía aérea, no porque la empresa haya solicitado su ingreso. Al contrario, interpusieron una serie de recursos legales para impedirlo, y la joya es cuando de manera casual Carlos Del Valle menciona el “Chapter11″, creando una falsa narrativa de que ellos están reestructurando la empresa.
Para empezar, a diferencia de Aeroméxico, Interjet no puede acogerse al “Chapter 11″ de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Mencionar este procedimiento que se lleva a cabo en las Cortes de los Estados Unidos, únicamente tiene la finalidad de aderezar sus cuentos chinos.
Y viene lo mejor, cuando muy afanoso Carlos Del Valle le dice a su entrevistador que “está muy orgulloso de rescatar a más de 5,600 familias”. Los hechos dicen todo lo contrario; y para muestra el siguiente botón: un abogado que “prestó sus servicios” en la aerolínea, interpuso un amparo y el Décimo Tribunal Colegiado en Materia Civil le concedió la suspensión definitiva (15 de agosto), impidiendo rematar los bienes de la aerolínea.
Y es que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) desde el mes de junio de este año autorizó rematar bienes; sin embargo, se decretó una prórroga para ello, dejando como fecha del nuevo remate el 31 de agosto, misma que quedó sin efectos ante la sentencia incidental del juicio de amparo mencionado en el párrafo anterior.
En la entrevista Carlos Del Valle dijo que es falso que se vayan a rematar los bienes, pues ellos han ganado juicios para evitar que esto suceda. Señala que hay gente que no quiere que la aerolínea vuelva a volar, pero que no debe dudarse de su dicho, pues los Del Valle están arriesgando su patrimonio.
Fiel a sí mismo, una vez más Carlos cambia radicalmente el discurso del regreso de Interjet. Antes dijo, en entrevista banquetera durante la inauguración del AIFA, que las operaciones iban a comenzar saliendo del citado aeropuerto.
Ahora dice que será desde el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT), con 15 aviones, y que solo estarán operando -en un principio- rutas nacionales, y tiene pensado que posteriormente abrirán una aerolínea (dentro de la misma), que llevará por nombre “Interjet Regional”, con equipos para transportar 50 pasajeros, y aunque no lo dijo con todas sus letras, es evidente que piensa en las rutas que se quedaron vacías tras la salida de Transportes Aeromar, total, prometer no empobrece.
Y ya encarrerado el ratón… No podía faltar este reiterado anuncio: todo con comidas y bebidas gratis en todos los vuelos, sin cobro de maletas y shuttles (transportación) gratis que te lleven al aeropuerto. Todo esto tiene la finalidad de crear confusión entre los trabajadores de la aerolínea que están esperando recibir el pago de su liquidación.
Y es que solamente Kafka podría explicarles a los trabajadores que, aunque ya hay una sentencia que condena a la empresa a pagarles todos y cada uno de sus salarios adeudados, esto no puede suceder porque existen diferentes recursos jurídicos que lo impiden, algunos por parte de la empresa, y por otros trabajadores y acreedores.
En este drama, quienes más sufren son los trabajadores, a quienes se les arrancan de las manos la posibilidad de recibir un poco de justicia de una situación de la que no fueron responsables; todo lo contrario, durante muchos meses estuvieron laborando sin recibir sueldo y “poniendo de su bolsa”, todo para no perder al pasaje, y mantener sus fuentes de empleo.
No es una novela chafa. Esto está sucediendo en tiempo real. La incertidumbre es tanta, que puede palparse. Para los Del Valle esto ya es solo un reto personal donde pretenden dos cosas: que todos se olviden de los Alemán, y demostrar que ellos también gozan de impunidad; y que, a pesar de los ventarrones, no se van a despeinar. “Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables”, así define la Real Academia de la Lengua al “cinismo”.